La Eterna Solterona

Cumpleaños de Julián.

Pov Calle

—¡Wow hija, estás muy hermosa!—Mi mamá sonrió al entrar a mi habitación, yo estaba terminando de colocarme los aretes en mis oídos.

Llevaba puesto un vestido de color rojo perfecto para la ocasión, el vestido se pegaba perfectamente a mi silueta, había planchado y cepillado mi cabello, mi cuello estaba adornado con un collar de perlas, llevaba unas esclavas en las muñecas y unos tacones bajos de color beige y si hablo de mi maquillaje era elegante con colores cálidos, en mis labios resaltaba un color rojo mate, me había colocado la Francia favorita de Poche, me encanta cuando inhala la fragancia directamente de mi cuello, hace que mi piel se erice y que yo disfrute de la sensación.

—Soy tu hija, mamá, por ende la belleza es hereditaria—Giré sobre mis talones para poder ver a mi mamá.

—Pero la labia la has heredado de tu padre—Mi mamá me dijo haciéndome sonreír.

—Soy la mezcla perfecta de los Calle y los  Soto—Le dije echando mi cabello para atrás  como toda una diva.

—Los invitados están llegando, mi amor, vine avisarte—Mi mamá me dijo besando mi sien, asentí y ella se retiró de la habitación.

Esta noche pintaba para ser la mejor de todas, me siento muy feliz al estar en esta fecha tan importante con mi hermano Julián y además muero de ganas de ver a Poche, tengo muchas ganas de bailar con ella…no puedo evitar sonreír al pensar en el primer día en el que la conocí y la invite a bailar…ella me rechazó, fue la primera vez que una chica me rechazaba y es porque ella no es como las demás, ella es muy diferente, ella no tiene punto de comparación con ninguna chica, también recordé la primera vez en que bailamos, ese día hicimos el amor por primera vez y desde esa noche me di cuenta que quería amanecer a su lado por el resto de mi vida. Ya era hora, así que salí de mi habitación para ayudar a recibir a los invitados.

—Mi castañita, estás…¡Wow!, Pareces toda una actriz de Hollywood—Sebas me dijo tomando mi mano para que girará.

—¡Gracias, gracias!, Tú también te ves muy bien, apuesto que todas las chicas querrán bailar contigo hoy—Le dije dándole un puño a su hombro.

El colocó la mano en su hombro y sonrió.

—Claro que sí, aprendí de mi mejor amiga a ligar—Él me dijo sonriendo.

Desvíe mi mirada y sonreí al ver a una hermosa chica que llevaba puesto un vestido de color turquesa que hacía lucir su hermosa figura.

—Hablando de ligar, debo ir hacerlo—Le dije a Sebas corrigiendo mi postura y caminando coquetamente hacia donde estaba aquella chica.

—¡Hola!, ¿Qué hace una chica tan hermosa, sola?—Le pregunté relamiendo mis labios y viéndola de forma coqueta.

—Pues…espero a mi novia—Ella me dijo con una hermosa sonrisa.

—Y porque no, mientras llega tu novia bebes una copa conmigo, puedes tomar el vino en una de las mejores copas o lo puedes hacer directamente de mis labios—Le dije colocando mi mano en su cintura y atrayendola hacía a mí.

—Te agradezco la invitación, pero no bebo alcohol—Ella me dijo quitando mi mano de su cintura, me miró de una forma arrogante y empezó a caminar para alejarse de mí.

Alce ambas cejas y sonreí mientras negaba con la cabeza, es increíble cómo no perdía la costumbre de rechazarme, caminé de nuevo hasta ella, tomé su brazo y la hice girar, Sonreí al ver sus hermosos ojos y tome sus labios con los míos en un beso lento y necesitado.

—Siempre te sales con la tuya—Ella me dijo sosteniendo mi rostro mientras me veía a los ojos.

—¡Luces muy hermosa hoy!—Susurre en sus labios y disfrute al ver que se había sonrojado y se había puesto nerviosa.