La Eterna Solterona

Un gran cambio

Pov Poche

Después de que fuimos a la boutique, Mar, me preguntó si podía usar lentes de contacto a lo cual negué y le dije que no sabía, porque en realidad toda mi vida he usado anteojos. Ella me dijo que lo íbamos averiguar, así que pasamos a una óptica para ver si podía usar lentes de contacto, me sorprendí mucho al ver que efectivamente si podía y que veía igual de bien que con mis antojos. Luego de eso hicimos una parada en un restaurante de comida rápida, Pau me dijo que necesitaba tener muchas energías, porque este día iba a ser muy agotador para mí. Al fin llegamos a la estética de Mar, cuando entre recibí una calurosa bienvenida. La estética era realmente hermosa, las personas que trabajaban para ella se veían muy profesional y también eran muy amables, el aspecto era muy vintage y elegante, me atrevería a decir que las personas que vienen acá la mayoría son de la alta sociedad.

-Muy bien,.mi Pochas. Siéntate, Manu te va arreglar las uñas de las manos y luego la de los pies-Mar me dijo presentándome a su amiga.

La saludé y ella me sonrió, luego tomo mi mano, empezó a limar mis uñas, me pasó el cortacuticula en mis uñas, luego me preguntó que color de esmalte quería, yo elegí el color negro, ella me contó que ese era también su color favorito y siguió con su trabajo.

Después de un tiempo Manu término de hacerme el manicure y pedicure. Ahora era turno de Mar, ella me miró con una sonrisa y me analizó por unos segundos.

-Tendras que quitarte los anteojos por ahora y cuando termine te vas a despedir de ellos porque usarás los lentes de contacto que pasamos comprando a la óptica-Mar me dijo extendiendo su mano para que le diera los lentes. Quite lentamente los lentes de mi rostro, está demás decir que se me dificultaba ver sin ellos, pero aún así no era ciega complementamente.

-¡Gracias, señorita Poche!, Ahora te voy a pedir que te relajes y dejes que haga mi mejor trabajo contigo-Mar me dijo mientras me miraba por el gran espejo que estaba enfrente de mi y analizaba mi cabello.

-Estoy en tus manos-Le dije y ella asintió con una sonrisa antes de empezar arreglar mi cabello.

Pov Calle

Estaba acostada en mi cama, sin ganas ni ánimos de hacer nada, pensaba en lo que me dijo Barbie, aún no puedo creer que Juanpa me haya usado para joder a Poche y sobre todo me odio a mi misma por haber aceptado sin pensar en las consecuencias. Bien tenía razón mi padre cuando me dijo que la verdad siempre sale a la luz y que la mentira es como una gran bola de nieve que cada vez se va haciendo más grande. Saque mi teléfono, tenía una profunda necesidad de llamarla y escuchar su voz. Marqué su número, me comía una uña nerviosa mientras esperaba que contestará, pero fue inútil porque me envió a buzón. Revisé mis redes sociales, mis fans estaban un poco sacados de onda por mi ausencia en mis redes sociales, pero estoy pasando por un proceso muy duró, el no tenerla a mi lado me duele tanto. Me metí a su perfil con la esperanza de encontrar algo nuevo de ella, pero no había nada, un nudo se formó en mi garganta en el momento en que vi la foto que ella me tomo cuando estábamos en el cine. Les juro que nada duele más que los recuerdos, los planes que hicimos con aquella persona que amamos y que sabemos o tenemos miedo de no poder cumplir. Ella se llevó mi vida y mi alma el día que se marchó. El humano tiene el talento de equivocarse, pero también tiene la oportunidad de arrepentirse, de lo que estoy muy segura es de que la esperaré hasta que ella vuelva y cuando lo haga, se qué será mi oportunidad para hablar con ella. Aunque les confieso que no creó poder aguantar tanto, la espera me consume y me mata, he tratado de averiguar en donde está pero nadie me da razón, sobre todo Julián, el se niega a decirme dónde se encuentra Paula. Necesito decirle como fueron en realidad las cosas, ella cree que yo me acosté con ella por la apuesta y que le pedí que fuera mi novia también por ello, pero no es así...lo hice porque en verdad la amo, vamos, esas cosas se sienten y se que ella sabe que mi cuerpo y mi alma le pertenecen únicamente a ella. Mi corazón duele al pensar en sus ojos llenos de dolor, recuerdo cuando me soltó la mano y en su rostro vi tristeza y decepción...ella me pidió que no le hiciera daño, yo le prometí que la iba a cuidar hasta incluso de mi, pero no pude...no pude protegerla, fue demasiado tarde para hacerlo, quizá deba acostumbrarme a no dormir, porque cada vez que cierro los ojos el recuerdo de ella diciéndome que la lastime es muy fuerte y hace que el oxígeno abandoné mi cuerpo.