La Eterna Solterona

Ella...se fue.

Pov Calle.

—¿Estás lista, enana?, Ya es hora de irnos al aeropuerto—Julián me dijo mientras yo observaba detenidamente por última vez mi casa.

—Hija, sabes que esta es tu casa y puedes regresar cuando quieras—Mi mamá me abrazó por detrás y beso un lado de mi cabeza.

—Gracias mami, y gracias hermanito, los voy a extrañar demasiado—Les dije con un nudo en la garganta.

—Tambien te vamos a extrañar, Dani, pero sabemos que esto será lo mejor para ti—Julián me dijo alborotando mi cabello.

—Además esa serie estará buenísima, porque tendrá a la mejor actriz del mundo y la cual es mi orgullo, porque es mi pequeña hija—Mi mamá me dijo haciéndome sonreír, tenía muchas ganas de llorar pero no quería que mi mamá se pusiera triste.

—No te preocupes, Mafe, prometo jalarle las orejas a Dani si se porta mal—Renata le dijo a mi mamá mientras me veía con los ojos entrecerrados y haciendo la seña de te estoy vigilando.

—Lo sé Renatita, Dani está en buenas manos contigo—Mi mamá se acercó a Renata y colocó sus manos sobre sus hombros y le sonrió—Tú siempre serás bienvenida en esta casa y las puertas estarán abiertas para ti—Mi mamá le dio un cálido abrazo a Renata.

Miré hacia las escaleras y lo vi a el sentado en un escalón con sus manitas apoyadas en sus rodillas. Solté un suspiro y camine hacia donde estaba él.

—¿Me puedo sentar?—Le pregunté y el asintió con su carita triste.

—Dani, no quiero que te vayas, tú eres la hermana mayor que siempre quise tener, desde que tú estás en mi vida soy un niño mucho más feliz. Ahora ya no sé cómo podré soportar el ya no verte nunca más—hizo un puchero y sus lágrimas empezaron a salir de sus ojitos.

—Escúchame, Chaparrito—Solté un suspiro y besé su mejilla—nosotros somos mejores amigos y siempre lo seremos sin importar la distancia. Te prometo que yo no me voy a olvidar de ti y espero que tu tampoco lo hagas de mi—tomé su carita entre mis manos, sentí que un nudo se formó en mi garganta, me partía el alma verlo así de triste—tienes que ser fuerte chaparrito, te prometo que siempre estaremos en contacto.

—No, porfavor Dani, no quiero que te vayas. ¿Quien me ayudara a vender mis flores?, ¿Quien jugará fútbol conmigo? ¿Quien me comprara mi helado de chocolate? ¿Quien me va a cantar y me hará sentir paz con su voz?—Una lágrima se resbaló por mi mejilla y la limpie rápidamente.

—Julián se va a encargar de ti, además ya no quiero que sigas vendiendo flores, chaparrito. Quiero que empieces a estudiar el próximo año y te juro por nuestra amistad que nada te hará falta, yo desde la distancia me encargaré de ti y ayudaré a tu familia. Además te prometo que vendré a visitarte siempre que pueda. Pero debes prometerme que seguirás siendo tan encantador como siempre…¿Me lo prometes?—Le pedí y el asintió. Se puso de pie y me dio un fuerte abrazo. Yo lo envolví en mis brazos y besé varias veces su cabecita.

Nos separamos lentamente y limpie sus lágrimas.

—Siempre serás mi mejor amiga, Dani—Él me dijo con una sonrisa nostálgica.

Yo sonreí seguido de hacer un puchero y acaricie su mejilla con mi mano.

—¿Me lo prometes por la garrita?—Le dije alzando mi dedo índice.

—¡Te lo prometo por la garrita!—Él me dijo tomando mi dedo índice con el de él.

—Quiero que tengas esto—saqué de mi bolsillo un teléfono celular y se lo entregué—quiero que lo cuides porque nos mantendremos mucho en contacto, en el teléfono ya está registrado mi número y podrás llamarme y escribirme las veces que quieras, siempre usa el teléfono en supervisión de un adulto, ¿Sí?—Le dije y el asintió. Él me volvió abrazar y beso mi mejilla.