La Eterna Solterona

No me hagas daño.

Pov Poche

Abrí mis ojos lentamente y estiré mi cuerpo, me lavanté de golpe al ver el otro lado de la cama vacío, ¿Dónde estaba Calle?

-¿Calle?-Dije pero no obtuve respuesta.

- ¿CALLE?-Grité esta vez más fuerte, pero aún seguía sin obtener respuesta.

-CALLE...-Sentí un nudo en la garganta y mis ojos empezaron a empañar.

Volví acostarme en mi cama, sentí que una lágrima se había resbalado por mi mejilla, hasta que escuche que abrieron la puerta de la habitación.

-¡Buenos días, dormilona!-Escuché su voz detrás de mí y me gire rápidamente en la cama para verla.

-Calle-Dije sintiendo que el alma me había vuelto al cuerpo después de verla, me senté en la cama y la abracé rápidamente.

-Gordi, ¿Qué pasa?-Ella me dijo en un tono de preocupación mientras acariciaba mi espalda para calmarme.

-Creí que te habías ido y me habías dejado sola-Admití en un hilo de voz. Ella limpio mis lágrimas con el dorso de su mano, beso rápidamente mis labios y negó.

-Yo no haría eso, no contigo-Ella me dijo soltando un suspiro-Me levanté más temprano porque quise prepararte el desayuno, no fue mi intención hacerte sentir así, ¿Me perdonas?-Ella me dijo y yo asentí con un puchero y la volví abrazar, ella me apretó contra su pecho y beso la coronilla de mi cabeza.

-Prometeme que nunca me vas a dejar, prométeme porfavor que jamás me haras daño, tú eres mi lugar seguro Calle, verdaderamente me estoy enamorando de ti, necesito que me protejas y no que me destruyas, por favor...¡Prométeme que tú no me haras daño!-Le supliqué entre sollozos, ella me apretó más contra su cuerpo y soltó un fuerte suspiro.

-Yo...yo te lo prometo, Poche. Trataré de cuidarte y de protegerte hasta de mí misma. Poche...-Ella me separo despacio de su cuerpo y me miró a los ojos-Te quiero y eso tenlo siempre presente.

No pude evitar sonreír ante esas dos palabras, "Te quiero", que bonito se escucha saliendo de sus labios, sentí que me iba a derretir, es la primera vez que Calle me dice que me quiere y me siento tan feliz ahora de haberlo escuchado.

-¿Mucho o poquito?-Le pregunté arrugando mi nariz.

Ella colocó su mano en su barbilla y miró hacia el techo fingiendo que pensaba.

-Creo que te quiero de aquí hasta la luna de ida y vuelta con pasos de elefante y pies de hormiguita-Ella me dijo haciéndome sonreír como boba.

-¡Linda!-Le dije y abracé su cuello y besé varias veces su mejilla haciendo que ella no dejará de reír nerviosa-Te pusiste rojita-Le dije viendo su rostro y ella negó rápidamente con su sonrisa nerviosa.

-No, yo no...

-Claro que si y te ves hermosa-Le dije tomando sus mejillas entre mis manos.

-¡No puede ser!, Mejor ponte algo, porque así desnuda solo me dan ganas de hacerte de nuevo el amor-Ella me dijo mordiendo su labio inferior, beso mis labios y luego se puso de pié.

-Te espero en la sala para desayunar-Calle me dijo y yo asentí.

Específicamente hoy me sentía con un muy buen humor, me levanté, me coloqué mi bata, me metí al baño, me miré al espejo y sonreí al verme tan radiante.

Dime que me quieres dime que me amas
Dime que te mueres cuando te hago falta
Que sin mi la vida es algo diferente
Te falta mi presencia por que te hace fuerte