La Eterna Solterona

La canción para Poche.

Pov Poche.

En todo el camino, Calle no dejaba de verme, trataba de disimular pero no podía, eso era muy tierno, ella me ponía muy nerviosa, cada vez que la encontraba mirándome ambas sonreímos como bobas. Calle, después de unos minutos estacionó el auto en el parqueo del restaurante,del cual  ella me venía contando mientras  manejaba, me dijo que es el restaurante de uno de sus amigos, me contó que su amigo se llama Mauricio, que es muy buena onda y que con mucho esfuerzo logro abrir su restaurante el cual se llama ”Ice baby”, es un nombre muy peculiar lo sé, pero Calle me contó que su amigo es muy fan de Vanilla Ice.

—Ven amor, dame tu manita—Calle me pidió cuando bajamos del auto y estábamos cerca.

Ella entrelazó su mano con la mía, me encantaba ver su mano de esa forma con la mía, me hace sentir seguridad e incluso que quiero recorrer el fin del mundo de está forma con ella.

Caminamos hasta la entrada en donde nos saludo el anfitrión y nos pidió que lo acompañaramos a la mesa que Calle había apartado para nosotras, la mesa se encontraba enfrente de un escenario, justo en medio de todas las demás mesas. Calle le agradeció al anfitrión y luego me ayudó a remover mi silla de una forma caballerosa para que pudiera sentarme.

—¿Te gusta el lugar?—Calle me preguntó tomando mi mano sobre la mesa y empezando a jugar con ella

—¡Me encanta! Y más porque estoy contigo—Le dije provocando su sonrojo.

—A mi me gusta mucho, porque acá tocan música en vivo—ella empezó a contarme.

El mesero llegó y nos pidió nuestra orden, ambas ordenamos un cavatini de salsa blanca con hongos.

—¿Qué grupo tocará hoy?—Le pregunté y ella negó viendo hacia el escenario.

—No tengo ni idea, amor, pero apuesto que será uno muy bueno—Ella me dijo con una hermosa sonrisa.

El mesero nos entrego nuestros cavatini y también dos copas junto con una botella de champagne.

—¿No sé supone que el champagne es solo para festejar?—Le pregunté tomando la copa.

—Sí y yo festejo que tengo a la mujer más hermosa del mundo a mi lado—Ella me dijo haciéndome sonrojar.

Mi cara empezó arder y mi corazón a latir como loco.

—¡Calle! ¡Que bueno que estás aquí!—un hombre alto, castaño claro y con una cola en el cabello, vestido de traje blanco y camiseta azul se acercó a saludar a Calle con un beso en la mejilla y un abrazo. Tomé de nuevo la copa de champagne y tome un sorbo, hice un gesto al sentir como pasaba el ardor por mi garganta.

—¡Mau!, Quiero presentarte a Poche—ella le dijo cuando se habían separado de su caluroso abrazo, al menos recordó que estoy aquí, pensé mientras fingía una sonrisa.

—O sea que ella es la maravillosa chica de la que me has estado hablando—Él dijo mientras me veía con una amable sonrisa.

—Así es, ella es esa maravillosa mujer—Calle le dijo viéndome fijamente, yo me levanté de la mesa por educación—Mau te presento a Poche y Poche te presento a Mau.

—¡Es un gustazo conocerte, Poche!, Te juro que Calle ya me tenía aburrido, solamente me hablaba de ti. Yo le preguntaba ¿Qué hacés? Y ella me decía pensar en Poche, le decía ¿Qué estás comiendo? y ella me decía a Poche, ya estaba preocupado y le pregunté ¿Como te llamas? Y ella me decía Poche—Mau me dijo haciéndome reír y haciendo que Calle se pusiera muy roja.

—Pues debo decir que el gusto es mío y también me alegra saber que Calle te ha hablado de mi—admití sintiéndome feliz al saber eso.

—Te juro que pensé que había un nuevo idioma que se llamaba Poche, estaba incluso pensando estudiarlo para poder entender a Dani.