FOREVER AND ALWAYS ━━ jasper hale ✓

018 . stranger

capítulo dieciocho . . .
extraño

Sentí que toda mi postura se volvía rígida cuando tres figuras se pararon frente a nosotros.

Estás usando el suéter de Jasper. Traté de recordarme, Bella tiene la gorra de Edward.

—Creo que es de ustedes.

Traté de copiar la postura de Rosalie cuando los ojos rojo rubí de uno de los vampiros se fijaron en mí. Apoyé mi peso en una cadera y saqué la barbilla como si todos los demás estuvieran debajo de mí. El que habló era fácilmente el más atractivo de todos, tenía rastas oscuras que caían más allá de sus hombros y ojos rojo sangre. Los ojos de un vampiro que bebe sangre humana.

—Gracias —Carlisle habló, atrapando la pelota que el otro hombre lanzó.

—Soy Laurent —Su cabeza se volteó hacia un lado, una mujer estaba allí, con cabello rojo oscuro que caía por su espalda en deliciosos mechones. Algo en su elegante postura me recordó a un gato, y sentí que sus ojos se posaron en mí con desconfianza, antes de volverse hacia Carlisle—. Ella es Victoria —Se giró hacia el último hombre, un rubio que no tenía rasgos muy notables. Aparte de los ojos—. Y James. 

—Soy Carlisle y esta es mi familia. Emmett, Edward, Alice, Rosalie, Jasper, Esme, Courtney y Bella.

Sentí que se me aceleraban los latidos del corazón e inmediatamente sentí que me invadía una oleada de calma. Definitivamente era Jasper, no quería que escucharan el latido ansioso de mi corazón.

—Me temo que sus actividades de caza nos han causado muchos problemas.

El animal ataca.

—Nuestras disculpas —Laurent dijo, la sinceridad evidente en su tono—. No nos dimos cuenta de que el territorio estaba ocupado.

—Mantenemos una residencia permanente cerca.

Esto pareció sorprender a los recién llegados.—No seremos un problema ahora, solo estábamos de paso —Edward había mantenido contacto visual con James y ambos se negaban a mirar hacia abajo. Mis ojos son marrones, no dorados. No son dorados en absoluto.

—Los humanos nos rastreaban, pero los guiamos hacia el este, deberían estar a salvo —Victoria habló, y juro que escuché un ronroneo en su voz cuando lo hizo. 

No fui la única que hizo ese análisis, Carlisle se burló en voz baja. —Gracias.

No me gustó la forma en que dijo 'los humanos'. Como si los humanos fueran solo una mosca molesta que logró aplastar. O un delicioso snack.

—Entonces... ¿aceptan a tres jugadores más?

Estoy segura de que mi rostro palideció considerablemente, lo que, considerando las circunstancias, era una buena señal. Hay tantas cosas sobre mí que son tan puramente humanas, que es simplemente lo peor. Parecer humana cuando potencialmente podrías ser mutilada por un grupo de vampiros malvados.

—¡Vamos, solo un juego! —Presionó cuando nadie respondió. Sentí mi labio temblar de ansiedad. Ojalá hubiera traído mi cuchillo conmigo, aunque no sirviera de nada.

—Claro, ¿por qué no? Algunos de nosotros nos íbamos, pero podrían tomar su lugar.

Hice contacto visual con Bella y traté de asentir tranquilizadoramente. Todo estará bien.

Voy a hacer que esté bien.

Como pude respirar con facilidad de nuevo, tan pronto como pensé que todo estaría bien, se vino abajo. Todo lo que necesitó fue una ráfaga de viento que sopló detrás de nosotros, empujando mi cabello para que volara frente a mi cara.

—Trajeron bocadillos.

Todos parecían moverse al mismo tiempo. Alcancé el brazo de Bella en el mismo momento en que Jasper y Edward retrocedieron, empujándonos detrás de ellos. Toda la familia Cullen cambió en un instante, agachándose cerca del suelo y gruñendo. Yo no hablaba. No podría haberlo hecho si quisiera también. Me aferré a la mano sudorosa de Bella con todo lo que tenía.

Las chicas están con nosotros. La voz de Carlisle tenía un nuevo filo, y su postura era agachada y rígida. —Creo que es mejor que se vayan.

—Puedo ver que el juego ha terminado, nos iremos —Laurent concedió, inclinando la cabeza y comenzando a retroceder. Sin embargo, ninguno de sus camaradas se movió.

—James —Laurent espetó, dándole al vampiro rubio una mirada similar a la que he recibido de los profesores muchas veces. El hombre se acercó a Victoria, no sin antes darme una mirada larga y dura.

Estaba anonadada. No pude encontrar mi voz. Lo vi en sus ojos. Vi algo en sus ojos que nunca había visto antes. Quería matarme. Parecía que yo era la cosa más deliciosa que podía pensar. Quería correr hacia mí en este momento y beber cada gota de sangre que tengo en mi cuerpo, hasta que sea una mancha aburrida y sin vida.

La única razón por la que no lo hizo fue porque yo estaba rodeada por los Cullen. Un grupo de vampiros capaces, que se han convertido en mi familia a lo largo del tiempo. James quería matarme. Quería matar a Bella, pero algo en la forma en que me miró, lo supe. Sabía que no se detendría hasta probar mi sangre, sabía que no descansaría hasta que yo estuviera muerta. Hasta que Bella o yo estuviéramos muertas.

Los Cullen creen que pueden protegernos... pero no podemos estar protegidas para siempre. Creo que, en el fondo, todos lo sabemos. Todos sabemos que una de las mellizas Swan no iba a salir con vida.

E iba a ser yo.

Edward me lanzó una mirada alarmada y me di cuenta de que en mi frenesí de pánico, olvidé que podía leer mi mente. Estaba a punto de abrir la boca para decir algo, pero Carlisle lo interrumpió.

—Saca a las chicas de aquí —Hizo una pausa, sus ojos dorados, generalmente tranquilos, llenos de preocupación. Mis ojos se encontraron con los de Jasper por no más de un segundo, y vi la mirada en su rostro que nunca hubiera esperado ver. Parecía aterrorizado. Aterrorizado por mí. Por mi vida. No la de mi hermana.

—Ahora.