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capítulo cincuenta y ocho

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capítulo cincuenta y ocho . . .
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Lo primero que sucedió después de que Charlie se fue, fue una competencia de pulseadas.

Lo sé bien, yo también estoy teniendo flashbacks.

Realmente no sé cómo sucedió esto, pero Edward hizo una apuesta con Jasper de que Bella era más fuerte que yo ahora, y supongo que Jasper se ofendió mucho o algo así, cuando llamó a una lucha de brazos entre Bella y yo, mientras los observábamos y nos preguntábamos cómo tenían décadas.

—¿Esto realmente está pasando? —Gemí, cruzando los brazos con indignación, mientras Bella sonreía como si acabara de ganar la lotería. Tal vez tenía miedo de que la fuerza recién nacida de Bella venciera a la mía, y luego pasaríamos el resto de la eternidad reviviendo esta experiencia—. Creo que me duele un poco el brazo...

—¡Cállate! —Sadie golpeó la mesa, haciéndome saltar, aunque estoy bastante segura de que sabía lo que venía—. Esto va a pasar.

Rodé los ojos, girándome para lanzarle a Jasper una mirada rígida. —Eres tan competitivo.

Él sonrió inocentemente, mostrándome un pulgar hacia arriba. —Tengo mucha confianza en tu fuerza, muñeca.

—Estoy muy segura de que eres muy competitivo.

—¡No me estoy haciendo más joven aquí! —espetó Emmett, mirando hacia el cielo oscuro—. Técnicamente tampoco estoy envejeciendo, ¡pero tengo cosas que hacer!

—Cállate, Emmett —Rosalie y Alice hablaron en perfecto unísono.

—Sí, todos sabemos que no tienes amigos —bromeé, sacando la lengua mientras Bella caminaba ansiosamente hacia la roca que usaríamos como mesa. Presionó su codo contra ella, sonriendo como una niña en la mañana de Navidad. Gemí, arrastrando mis pies a regañadientes hacia nuestro lugar designado, poniéndome de rodillas y juntando mi mano con la de Bella. La roca era áspera contra mi codo desnudo, pero no me dolía como antes.

—¡Esto es por todas las canicas! —Sadie anunció, haciendo su voz más profunda y dramática. Sus ojos brillaron con un tono inusual de verde, antes de volver a la normalidad—. ¡Bienvenidos al evento del año!

—Me voy a suicidar... —murmuré, rodando los ojos mientras Sadie cantaba el himno nacional—. ¡Solo sigue adelante!

—Bien —ella hizo una mueca—. Sé así... ¡vamos!

La lucha de brazos en realidad no duró tanto, ya que en el momento en que ambas aplicamos presión, la roca se agrietó y se partió por la mitad. Salté, el shock saltando en mi garganta, mientras Bella se reía alegremente.
—¿Qué demonios?

FOREVER AND ALWAYS ━━ jasper hale ✓Where stories live. Discover now