037 . don't

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capítulo treinta y siete

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capítulo treinta y siete . . .
no lo hagas




—¡Courtney!

Básicamente fui aplastada por la fuerza de un abrazo tan pronto como bajé de la motocicleta. Chillé levemente, riéndome cuando Jared me puso de nuevo en el suelo. —¡Hola!

—Oh Dios mío —Me sorprendió un poco la forma en que todos parecían crecer. Embry solía tener más o menos la misma altura que yo, ahora era claramente más alto—. Ustedes son como... —Hice una pausa, incapaz de pensar en la palabra correcta para describir la manada.

—¡Soy más fuerte! —Embry gritó, corriendo hacia mí y tomándome en sus brazos, estilo nupcial. Maldije en voz alta, mi corazón saltó a mi estómago mientras me aferraba al cuello de Embry en un intento de no... no sé, morir.

—No eres más fuerte, Em —Paul sonrió—. Eso es algo que tienes que aceptar.

—No, eso es algo que nunca sucederá —Embry puso los ojos en blanco—. Mira, soy tan fuerte que puedo levantarla.

—Vaya, puedes recoger a una adolescente de 63 kilos —Quil dijo sarcásticamente, cruzando los brazos.

—¡Quill! —Sonreí, saludando lo mejor que pude desde mi posición actual. Él devolvió el saludo, sonriendo como un niño.

—Dios, Embry deja a la pobre chica.

Embry lo tomó muy literalmente, dejando caer sus manos a los costados, haciéndome caer de lado. —¡Um, ow! —grité, mientras Emily se apresuraba a ayudarme a levantarme. Me incliné para abofetear el brazo de Embry, frotando mi brazo dolorido.

—¡Oh, Dios mío! ¡Te ves fantástica! —Emily sonrió y yo me reí mientras me envolvía en un abrazo mucho más agradable. 

—¡Tú también!

—Está bien, ahora estoy aburrida —Embry caminó hacia los chicos, quienes estaban sonriendo como niños en una película escolar—. Como, también me veo increíble, pero ¿alguien se da cuenta de eso? No.

Todos nos reímos a carcajadas cuando la otra motocicleta se acercó a la pequeña casa, dejando un rastro de polvo en el medio.

—¡Bella! —Emily sonrió, saltando para abrazar a mi gemela. Me giré para compartir una mirada con Paul. Se encogió de hombros, articulando algo que apenas pude entender:

—No te pareces en nada a tu hermana.

***

—¿Como me veo?

Jasper se movió de su lugar en el sofá y caminó hacia mí, colocando sus manos en mi cintura y acariciando su cabeza en mi cuello. —¿No te vayas?"

Me reí alegremente, moviendo mi cabeza hacia abajo para poder besar suavemente sus labios. —Yo también lo necesito.

—O podrías quedarte aquí conmigo.

—Jazz... —Fui interrumpida de mi queja por sus fríos labios inclinándose para alcanzar los míos. Suspiré levemente, odiando el efecto que tenía en mí, y enredé mis dedos en su cabello, saboreando mi momento de felicidad por un segundo demasiado largo—. Deja de manipularme, imbécil.

—No lo hago —Él sonrió suavemente, sus manos serpenteando con más fuerza alrededor de mi cintura—. Me amas demasiado para irte.

—Cállate —No pude evitar la risa que se me escapó cuando envolví mi brazo alrededor de su cuello—. Ahora me estás manipulando.

—Se llama culpa, cariño.

—Bueno, la culpa puede ir de dos maneras —Me reí, presionando mis labios en su frente—. Y no sé si seré bienvenida con los lobos si huelo demasiado a ti —Agregué en un tono burlón, Jasper hizo un puchero, aunque las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Puedo hacer que huelas más como yo si quieres.

—¡Jasper!

Se echó a reír ante el enrojecimiento brillante de mi cara, apoyando su cabeza en mi hombro. —Solo estoy bromeando amor, bueno, por ahora.

—Bueno, ahora voy a tener una cara roja brillante, muchas gracias.

—Eres linda cuando te sonrojas.

—Tú eres lindo todo el tiempo.

—Eres más linda que yo.

—Cállate Texas.

Jasper sonrió, inclinándose hacia adelante para besarme de nuevo, apretando su agarre hasta que no hubo forma posible de que pudiéramos estar más cerca. Mis rodillas estaban débiles y mi corazón latía tan rápido que sabía que podía oírlo, pero me sentí mejor que en años.

Un golpe en la puerta interrumpió eso.

—¡Yo! Llamo a la puerta porque realmente tengo que tener en cuenta mi inocencia.

Jasper gimió, y no pude evitar reírme, girando para abrir la puerta. —Hola, Emmett.

El gran hombre sonrió en broma, apoyando su hombro contra el marco de la puerta. —Lo siento si estoy interrumpiendo... cualquier cosa.

—Cállate perdedor —Jasper se me acercó por detrás, aunque básicamente podía escuchar su sonrisa—. Y no me vayas a decir que eres inocente.

Emmett estuvo a punto de replicar, pero la voz de Rosalie desde abajo lo interrumpió. —¡Dejen de hablar!

Nos reímos de la expresión de su rostro, Emmett se movió. —Tengo que escucharla.

—Por supuesto que sí.

—Lo que sea, Jessica está aquí.

—¡Oh! —Me giré para darle a Jasper un último beso fugaz, que se sintió como un beso en la mano en comparación con el anterior—. ¡Tengo que irme!

—No entiendo cómo te hiciste amiga de Jessica —Emmett divagó mientras los dos me seguían por las escaleras—. Pensé que ustedes eran como... enemigas.

—Sí, yo tampoco lo sé—Me encogí de hombros—. Encontramos la paz en nuestra batalla.

—Deja de ser toda poética, me está desconcertando —Emmett murmuró, arrojándome mi abrigo desde el otro lado de la habitación—. ¡Diviértete!

—¡Lo planeo!

Me volví hacia Jasper, quien me estaba haciendo pucheros como un niño. Sonreí, tirando del cuello de su camisa hacia abajo para poder besarlo de nuevo. —Te veré mañana.

—Está bien.

—Oh, Dios mío, eres un niño.

—Lo dice la chica que puede citar la totalidad del musical de Mean Girls.

Rodé los ojos, volteé y metí mi dedo medio detrás de mi espalda, escuchando la risa de Jasper mientras cantaba.

Or even vegetation...

Cerré la puerta antes de que pudiera terminar, pero escuché a Emmett gritar detrás de la puerta cerrada. —I give you sexy corn!

Me eché a reír, sabiendo muy bien que podían oírme mientras corría por el camino de entrada de los Cullen, levantando la mano a modo de saludo cuando Jess apareció a la vista.

Tal vez todo se resuelva.

FOREVER AND ALWAYS ━━ jasper hale ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora