𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐀𝐍𝐃 𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 | Courtney Swan nunca ha seguido las reglas. Jasper Hale siempre lo ha hecho. Así que, por supuesto, el destino los junta.
𝐉𝐀𝐒𝐏𝐄𝐑 𝐇𝐀𝐋𝐄 𝐗 𝐅𝐄𝐌! 𝐎𝐂 | 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 '𝐀𝐋𝐋𝐔𝐑𝐄' 𝐒𝐄𝐑𝐈𝐄𝐒 |...
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capítulo treinta y dos . . . indiferencia
Han pasado tantas cosas en la última hora. Y ahora sé que Harry Clearwater está muerto.
Ataque al corazón en el bosque.
La parte triste de esto era que solo quería irme a casa. Ya no quería estar despierta hoy, solo quiero llegar a casa. No estaba escuchando nada de lo que decían Bella y Jacob, pero él tenía su mano hacia atrás para que pudiera sostenerla y recuperar algo del calor de mi cuerpo. Todavía estaba tambaleándome porque Bella saltó de un maldito acantilado por diversión. Por ejemplo, si quieres divertirte, vamos a tomar un maldito helado, no necesitas caer en picado hacia una muerte helada.
Cuando llegamos a nuestra casa, un automóvil me llamó la atención y fue como si todos mis sentidos volvieran a la vida. Resbaladizo, negro y brillante. Conocía ese coche en cualquier parte.
—Carlisle —susurré, inmediatamente yendo a abrir mi puerta.
—¡No! ¡Courtney es una trampa! —Jacob gritó, y me giré para enviarle una mirada aguda.
—No, necesito un cierre.
Jacob podía evitar que Bella saliera de la camioneta, pero seguro que no podía contenerme. Salté, corriendo por el rígido concreto y empujando la puerta de mi casa para abrirla. Estaba oscuro, a excepción de una figura parada justo frente a mí.
—¿Sadie? —La reconocí por su cabello fluorescente—. ¿Qué demonios estas haciendo aquí?
La chica sonrió, sus dientes brillando en la oscuridad cuando encendió el interruptor de la luz y mi visión se inundó. —Tenemos una invitada.
—Hola.
Creo que grité cuando escuché la voz de Alice, pero podría haber saltado. Su figura baja y elegante estaba al lado de Sadie antes de que pudiera parpadear, y Bella entró en ese momento exacto.
—¡Alice, oh, Alice! —Ella gritó, corriendo para prácticamente saltar a sus brazos. Estaba anonadada. Todo mi cuerpo temblaba, y solo parcialmente por el frío.
—¿A-Alice? —Chillé, mi voz una octava más alta de lo habitual. Esperaba sentir algún tipo de ira ardiente si alguna vez la volvía a ver, pero todo lo que sentí fue un alivio frío como una piedra—. ¿Alice?
—¡Oh, Courtney, lo siento mucho! —lloró, y antes de que supiera lo que estaba pasando, prácticamente me derrumbé en sus brazos, las lágrimas corrían por mi rostro por segunda vez en un día. Alice se aferró a mí con tanta fuerza que tenía miedo de que pudiera partirme por la mitad, pero no me importaba, no me importaba. Alice estaba aquí, Alice estaba bien.
