𝐒𝐢𝐧 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨- 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

37. cuídame.

[George Weasley]

—¿Así que no me llamarías?— sonreí divertido y tomé la mejilla de Amy para que no apoyara su rostro en aquel sucio mesón de bar.

—ay Georgie... Que mal me siento.— su mano llegó a mi pecho. De solo sentir su tacto mi corazón palpito rápido.— quiero irme, quiero que George me cuide y que me diga... Q-que me diga nena.

—hey bro, tranquilo. Yo la llevaré a casa, estuvimos juntos toda la noche.— un chico llego a su lado y negué. Antes de hablar Amy se sentó tambaleando.

—¡No me quiero ir contigo, idiota!— se quejó y apoyo en mi mano nuevamente.— quiero a Georgie, te dije que lo llamaras.

Georgie... Si era tan linda mi amor. Quería besarla y abrazarla. Primero la cuidaría. La tome en brazos y me senté en su silla un momento.

—aquí estoy... No me iré nena, te cuidare toda la noche.— la apreté y ella aspiro mi aroma de forma notoria. Me levanté para dar un paso y María corrió hacia nosotros.

—¡Hey no! No George, ni se te ocurra llevarte a Amy. Se irá conmigo, dásela a Blaise.

—hazle caso.— ordenó poniendo su mano en el hombro de María, cómo un perro guardian.

—no lo haré. Solo sigo órdenes de Amy.— asegure.

—yo no sigo las órdenes de mi novia, las realizó. Dame a Amy.

—pues Amy se quiere ir conmigo, y no te la daré. Está borracha, están locos si creen que se las daré. Yo la cuídare.

—George, no.— María agarró su pie.

—vamonos Georgie. Ya, me quiero ir ya. Estoy cansada, quiero que me lleves a dormir.— me abrazo hundiendo su rostro en mi pecho.— y trátame lindo...

—solo déjame solucionar algo nena, nos iremos en unos minutos.— bese su frente.— iremos a su departamento.

—ay, es que eres un idiota. Desde que te conocí supe que lo eras. Amy... Le costó mucho intentar superarte y llegas y... Y sabes que está loca por ti, que disfruta tus brazos y te aprovechas.— bufo.— mal hombre. No la supiste valorar y...— suspiro.— no puedo confiarte a mi amiga así nada más. ¿Lo entiendes, George?

—lo sé, sé que no me dejaras irme así nada más.

—ya sácame de aquí.— gritó Amy en un reclamo. María y yo la ignoramos.

—por lo mismo estaremos en su departamento. Puertas abiertas, Blaise y tú entrarán cuando se les de la gana y prometo solo cuidarla.

—mmm...

—ahora ella se quiere ir conmigo, si al estar sobria cambia de opinión me iré.— se noto en la expresión de María que se dió por vencida.

—si entro a la habitación y le estás haciendo algo juro que mañana no vas a tener bolas.

—claro, está bien.— apreté a Amy intentando protegerla del frío.

—eso si, te vas con nosotros o no te la llevas, así de simple.

—esta bien. ¿Le puedes pasar estas llaves a Fred?— las estire y Blaise asintió para llevarlas.— ¿Puedo ir ya? Amy está dormida.— me acerque a ella.— ¿Estás dormida?