51. confío.

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La reunión se había extendido, según la llamada de George. Estaba desesperada, Amy jamás se había sentido tan desesperada por sexo. De alguna forma el tener a George sabiendo lo bueno que era satisfaciendo su placer y no sentirlo hace días... La tenía urgida por sexo.

Supuestamente su llegada iba a ser a las 9:30 AM, y ella se urgió al despertar recién a esa hora y alistarse con su baby doll. Ya quince minutos tarde George la llamo diciendo que su error grande fue el confundirse. La reunión tenía inicio a esa hora, y el término ni siquiera quería pensarlo.

Amy ya no aguantaba más y el tener una siesta en lo que llegaba fue lejos la peor opción. No recordaba la última vez que había tenido sueños húmedos tan fuerte. Su mano paso por su cabello húmedo dejándolo hacia atrás mientras cerraba sus ojos. Sus latidos se sentían más pesados y si cerraba los ojos juraba ver nuevamente a George encima de ella embistiendola con fuerza y ojos seductores sumergidos en placer. Lo más bueno del sueño fue el verlo de todos los ángulos posibles, el verlo en distintas posiciones y como en cada una se veía jodidamente sexy y caliente.

El masturbarse nunca había sido una opción para Amy, no porque no le gustará, más bien no sabía cómo hacerlo correctamente. Se había mala costumbrado a los dedos de su novio complaciente. Sin embargo, el no saber ya no era un problema desde que supo que habían juguetes que ayudaban. No pudo resistir a ir por uno que había comprado para que George lo usará con ella, pero se iba a anticipar. Corrió en su babydoll rojo hasta su cajón para buscarlo, y tomó la caja sonriente y corrió al baño a leer las instrucciones, unas que no tenía explícitamente, más bien solo informaba de las velocidades que tenía. Tomó el vibrador junto al control y comenzó a recordar su sueño.

No demoro en estar caliente otra vez. Jugo antes de meterlo en ella, y no imaginaba cuánto más lo iba a disfrutar, porque con solo sentirlo se sintió bien. Pensó en ir hasta la cama, y dió unos pasos encendiendo una velocidad. No estaba acostumbrada y se afirmó del marco de la puerta dando un gemido. Sus piernas se sentían vibrando en sincronía con el aparato. Se cuestionaba el poder llegar a la cama si no lo apagaba. Por inercia apretó nuevamente el botón para aumentar a velocidad. Sus piernas se juntaron y su agarre al marco aumento sintiendo que iba a caer al suelo.

—¡¿Adivina qué?!— George entro de sorpresa a la habitación con evidente emoción. Amy solo abrió los ojos intentando ver cómo reaccionar.— ¡Termino antes la reunión! Es que al parecer querían darnos la propuesta nada más, no profundizaron mucho sobre lo que querían.

—G-George...— el pánico la invadió. Su respiración agitada la delató y quiso devolverse al baño para ocultar todo, sin embargo el pelirrojo era muy expresivo como para no saludarla.

—¡Aquí estoy nena!— llegó hasta ella para darle un abrazo, y la levantó en el aire sin notar gracias a la bata que traía encima su conjunto.

—¡Ah!— se quejo por el movimiento. George la bajo con cuidado y sostuvo sus antebtazos.

—ay, mierda ¿Estás bien? ¿Te hice daño?— Amy solo pudo negar con los ojos cerrados. Ni siquiera podía responder o pensar correctamente.— ¿Estás bien? ¿Te apreté muy fuerte? ¿Te lastime?

—n-no.— aseguro mordiendo su labio, estaba segura que iba a gemir si no se ocultaba pronto.— voy al... ¡Baño!— al parecer logro encontrar su punto sensible. Esto la hizo retorcerse, lo que preocupo más a George.

—hey, ¿Que te pasa?— ella solo nego. George tomó sus manos, notando que algo tenía en su mano.— ¿Que tienes ahí?— ni siquiera pudo hacer el intento de ocultarlo. George lo tomó curioso intentando descifrar para que servía, y apretó el botón para aumentar más.

—¡Mierda!— era mucho por soportar y sus piernas se desplomaron. Estaba arrodillada ante él sin importarle algo más que sus sensaciones. Ya no podía evitarlo y sus gemidos eran constantes y claros. Sentía que estaba a minuto de alcanzar su orgasmo.— ¡Ah! ¡Aah!— se aferró a su pantalón apoyando su frente en sus rodillas.

𝐒𝐢𝐧 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨- 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora