40. ¿Sigue en pie?

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—¿Amy?— George se despertó notando cómo la chica ya no estaba en la cama, más bien estaba poniendo sus zapatos.— ¿Que ocurre nena?

—son las 7 am, debo ir a alistarme.

—mmm... ¿Ya son las siete?

—lo sé.— bostezo haciéndose un peinado desordenado.

—¿Me vas a llamar?— se sentó en la cama con pereza.— ¿Quieres que te vaya a dejar?

—no, tranquilo. Haré una aparición.— froto sus manos por el frío y se acerco.

—¿No te puedes quedar unos minutos?

—debo abrir a las 8 am.— susurro tallando sus ojos.

—pero te bañaste ayer por la noche, en vestirte son solo quince minutos a lo más.— abrió las frazadas.— ven, vamos.

—ay, está bien.— quito sus zapatos y corrió a la cama.— me quedaría aquí toda la mañana.

—¿Ah sí? Uy yo igual.— enredo sus piernas.— no quiero trabajar.

—yo tampoco.— rio tomando su cintura.— Georgie...

—dime amor.

—tengo ganas de ir a un bar, juntos.

—¿Si? Vamos el viernes, ¿Puedes?

—si, tengo libre. Tengo antojada una cerveza bien fría y una hamburguesa con patatas.— mordió su labio.

—paso por ti a las 7, ¿Está bien?

—mejor a las 8, así me puedo arreglar.— se escondió en su cuello.— muero de sueño.

—duerme unos minutos, yo te despierto a las siete con diez.

—siete con quince mejor.— beso su mejilla para dormir nuevamente. George batallo contra el sueño durante esos quince minutos.

Casi no durmieron por la noche de tanto hablar y besarse.

...

—entonces... ¿No te ha llamado?— preguntó Lea en la cena.

—no, no lo ha hecho. Nada desde hace dos días.— se quejo George. Ya estaba ansioso por no tener nada de Amy.

—¿Y por que no le mandas tú una carta?

—lo hice, le pregunté si íbamos por un café, que extrañaba estar con ella y muchas cosas más. Me mandó una nota toda descuidada que decía «no tengo tiempo» y yo la verdad es que no quiero abrumarla. Ya quedamos el viernes, quizás no me quiere ver antes de... No lo sé.

—quizas en serio no tiene tiempo George.— dijo Lea mirando los diseños de invitaciones.— ¿Cual es más lindo mi amor?— le mostró a Fred quien traía la pizza.— ¿Rosado pálido, rosado crema o dorado bronce? También puede ser dorado solo...

—¿Rosado pálido y crema?— se sentó a su lado.— ¿Que no es lo mismo?

—no, mira.— apuntó la mesa donde tenía las cuatro invitaciones.

—oh...

—dime amor. El dorado es elegante, me gusta porque ya sabes que la fiesta será en un castillo y nos casaremos en un salón del mismo, así que va mucho, ¿No?

—mmm el rosado de ahí.

Lea elevó la invitación que Fred quería con una mueca.

𝐒𝐢𝐧 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨- 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora