45. Dos

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Abrazo mis piernas para darme un poco de calor, estoy temblando pero no estoy muy segura del por qué, ya me he abrigado y sigo temblando igual.

-He preparado un poco de café... - Gabriel se asoma algo incomodo en la puerta, quizá el también cree que es por frio, además que todo estondebe ser alto raro para él, antes y ha sido amable conmigo.

-Gracias - sonrío sin muchos ánimos

Aun me sorprende que me permitiera quedarme en su casa sin peros ni lios, más aun que su madre me recibiera algo alegre... sinceramente fue extraño, pero... he estado y presenciado cosas sinceramente peores así que esto no está jodiendo mi cabeza por ahora.

-Tu hermano me ha llamado - advierte

Me tensiono, mi cuerpo tiembla y mis ojos se abren de inmediato, tendré que irme si él ha dicho algo, y parece entender.

-Le he dicho que no sé nada de ti - baja la mirada avergonzado - no sé porque creí que... bueno no querías que supieran de ti...y yo... si quieres....

-Gracias Gabriel - susurro por lo bajo aprobatoriamente

Su mirada es algo tímida, completamente diferente a cuando estábamos en el cumpleaños de mi hermano. Como que le ha dado paso a un Gabriel mas... ¿tierno? es curioso y agradable a la vez, no me arrepiento de cancelarle a Steve la ida a su casa, además Gabriel queda a solo tres calles de la de él.

-Mira - camina hasta mí y me extiende la taza de café sobre un plato y al lado un pequeño pedazo de torta

-Muchas gracias Gabriel - tomo las cosas y sonrío sin mucho animo

-Tú puedes quedarte en mi cama... yo me quedare en la habitación de huéspedes... - y luego frunce el entrecejo como si los pensamientos lo inundaran - o al revés, como quieras

-¿esta es tu habitación? - la pregunta sobra, no creo que pongan un afiche de un lamborghini y otro de una modelo de Victorias secret en la habitación de invitados.

-Si... - mira con incomodidad a la chica en interiores

-¿podría... podría quedarme en esta? - muerdo mi labio, no quiero molestarlo pero simplemente el hecho de que no tenga ventanas y la única puerta sea la de salida me reconforta

-Claro - y se dirige hacia la puerta

-si... si quieres puedes quedarte a dormir en tu cama - sus mejillas se ruborizan - es decir... no creo tener la intención de dormir... - mierda eso ha sonado peor - yo... bueno no... - bajo la mirada haciendo un puchero

Ambos nos quedamos callados, es ese momento en que cualquier palabra se podría malinterpretar. Hasta que el rompe el silencio y se lo agradezco.

-¿Quieres ver películas? - pregunta incomodo

-Si... - todo menos dormir... no quiero soñar, no quiero sentirme segura, de seguro hay un grupo de chicos buscándome y yo no soy buena huyendo.

-Entonces... ¿te espero en la sala? - sus ojos me ven con interés, como si me descifrara de cierta manera, esperando alguna actitud un movimiento.

-En cinco minutos estoy abajo - sonrío desganada

El solo asiente y sale de la habitación, yo sigo sentada en el suelo al lado de la cama, tan pequeña que puedo pasar inadvertida, tomo mi celular y mientras de un sorbo me tomo el café y guardo la torta en la mochila, me decido a marcar un numero que no ha hecho más que estar en mi cabeza.

Llevo el celular hasta mi oreja y espero a que respondan, pero me dejan ir a buzón de voz, mis ojos se llenan de lágrimas, intento una vez más y no contesta, al cuarto intento ya han apagado el celular.

Peligro y MuerteWhere stories live. Discover now