Peligro y Muerte

19. Manhattan

-Eliza, amor ¿estás bien? – las voces y susurros zumban en mi cabeza de una manera infernal

-Si… - la palabra sale de mi boca y no soy consciente de ella, quiero decir algo más pero no lo logro

-Me has dado un buen susto… - se escucha tan normal, que juraría hay sarcasmo en su voz

-Neal… duele mi cabeza – esa voz es la mía pero no soy yo la que lo ha pensado

-descuida, yo te ayudare – dejo que su voz sea mi todo en medio de un mundo de ruidos. Aun no me siento con fuerzas como para abrir los ojos

-Duele mucho – chillo de nuevo

-Descansa… - logro sentir el roce de su mano con la mía

-No quiero – me retuerzo un poco

-cuando despiertes estaré aquí de nuevo – sus labios rosan los míos…

-¡Elizabeth!... despierta… ¡Elizabeth! – mi cuerpo se mueve con brusquedad con cada paso que da, me siento más débil y mi respiración sigue siendo irregular

-Hmm – me quejo incomoda por el fuerte golpeteo que hay en mi cabeza

-Oh Eliza… tranquila – se oye tan afanado, pero no se detiene

-¿Maverick? – trato de buscar una respuesta por su parte

-¿Quién es Maverick? – la voz se distorsiona y mis ojos se cristalizan

Trato de reconocer la voz… después de unos segundos el nombre llega mi cabeza -¿Seth? – gimo incomoda

-si Taylor, ese si soy yo… - ríe burlón – ya estamos llegando a la enfermería – murmura un poco agitado

Me quedo callada, escuchando todo, mis ojos están sensibles a la luz, y  mi respiración sigue irregular, los brazos de Seth son un poco incómodos, pero su aroma es acogedor, razón por la que dejo mi cabeza caer sobre su pecho.

-Señorita… - oigo como la enfermera da un grito ahogado y mueve muchas cosas, luego siento mi cuerpo caer sobre lo que creo una camilla.

Todos los sonidos se distorsionan, no logro sentir nada, mi respiración vuelve a ser irregular y caigo inconsciente de nuevo en un mundo de silencio…

Trato de Abrir los ojos pero la luz me deja casi ciega.

-Qué bueno que despertaste… - una voz femenina y delicada habla

-Hmm ¿Dónde estoy? – hablo por lo bajo y mi voz es ronca

-en enfermería – ahora la voz de Maverick es la que me habla

-¿Qué? ¿Por qué? – chillo asustada…

-te desmayaste justo para la hora de almuerzo – lo dice como un regaño

-lo bueno es que estas bien – la mujer habla más duro, tratando de reñirlo

-vamos… abre los ojos… ya estás bien – su mano aprieta la mía y bruscamente me arrastra hasta quedar sentada 

-Joven más cuidado – la voz femenina me le da un fuerte correctivo

Mi garganta escuece, mi cuerpo mendiga por aire, llevo mi mano hasta el pecho pero una mano obstruye mi camino 

-Es oxigeno, descuida – me explican algo que no comprendo

-Solo… - busco algo que decir, aunque en realidad busco mi voz, el simple hecho de que haya sido él lo primero que he escuchado ha dejado un leve vacio en mi pecho - ¿Dónde estoy? – trago saliva con dureza y siento como la mascarilla incomoda un poco en mi rostro