Peligro y Muerte

29. Neal

La sangre se ha esfumado de mi rostro, me siento palidecer completamente, los ojos de Neal no se despegan de los míos y trae una sonrisa en su rostro. Hago dos puños con mis manos y trato de tranquilizarme, inhalo profundamente y exhalo de igual manera.

-Ve y háblale – Érica, a mi lado, no hace más que sonreír con complicidad, pero no parece su actitud usual

Aprovecho la distracción que la pecosa a mi lado me ha regalado para despegar mi mirada de la suya y observar con nerviosismo el rostro burlesco de Maverick, que inmediato cambia con solo encontrarse con mi rostro.

-¿Qué sucede? – cuestiona ignorando por completo su conversación con Jamie

-nada… - niego sonriente, pero parece no ser suficientemente creíble

-Elizabeth… - habla con tono reprochador

-nada, en verdad nada – sonrió de lado – iré a tomar un poco de aire – y antes de que diga algo complemento – sola.

-¿segura? – su mirada pide que le deje acompañarme, pero esto es algo que debo afrontar, y no seré capaz si Maverick está cerca

-segura – me levanto con una sonrisa y camino hasta él con pasos inestables

Su mirada luce preocupada, esta apretando los dientes y se nota la fina línea en su mandíbula, quiero decirle que me lleve lejos de aquí, que me rapte y me libere de esto, pero ya es tarde, parece dispuesto a darme mi espacio...

-Solo será un rato. No te preocupes – beso sus labios y puedo sentir la preocupación que mi actitud le ha causado

-ten mucho cuidado ¿entendido?... – toma mi rostro con ambas manos

-solo será un poco de aire – vuelvo a besarlo con necesidad, necesito de él, necesito desahogarme, porque justo ahora estoy que rompo en llanto.

-no tardes – susurra en mis labios con ansiedad

-no prometo nada – le doy un par de besos más y con una falsa sonrisa me despido con la mano, me giro para encontrarme con su mirada incomoda – en un rato vuelvo – sonrío. Camino hacia la multitud y me adentro en ella buscando distraer a mis acompañantes

Llego hasta el final y me giro para volver, pero esta vez en busca de Neal, quien ya está de pie junto a la puerta de salida que da directo al campus. Camino a grandes zancadas, tengo pensado todo lo que le diré: ¿Qué hace aquí?, ¿Por qué me siguió?, ¿cómo se le ocurrió dejarme esas estúpidas notas en mi casillero?, ¿Por qué me buscó justo cuando me marche?... todas las preguntas van formando un listado en mi cabeza, dispuestas a ser usada cada una de ellas.

Cuando estoy a un paso de él tomo su codo y lo arrastro conmigo, fuera, no digo nada y él tampoco, solo se limita a seguir mi paso con voluntad, no se a donde nos dirijo, solo sé que quiero estar lejos de Maverick y de toda esta gente, que me pone mas tensa de lo que ya puedo notar que estoy.

Llegamos a las gradas y allí me detengo para encararlo, sus ojos brillan con diversión y estoy lista para citar cada una de las preguntas y reclamos.

-no te despediste – es lo único que sale de mi boca – cinco jodidos años conociéndome – chillo – ¿y no se te ocurrió despedirte? – La ira comienza a viajar por mi cuerpo – ni un mensaje al celular… - señalo – es que ni siquiera una puta carta, una nota... – escandalizo – una palabra, tres silabas… ¡ADIOS! Que te costaba escribir eso… ¡Nada!... no te costaba nada – ahogo el llanto... no le daré el orgullo de hacerme llorar

Me distraigo al pensar el cómo llegaron esas palabras a mi boca, me tomo desapercibida mi actitud, pero ya no hay marcha atrás, su rostro continua impasible, y solo escucha atentamente mi voz.