14. Dites-moi votre histoire

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 -Vamos Eliza, no están difícil – pasa una mano graciosamente por su cabello y exhala todo el aire contenido

-está bien… De nuevo – sonrió un poco agraciada y cierro los ojos para no morir de la vergüenza - Doute que les étoiles sont le feu… doutent que le soleil… le doute vérité un mensonge se déplace… mais ne doute jamais que Je t'aime… William Shakespeare – finalizo con un gran respiro

-perfecto… - sonríe mientras muerde su labio

-¿ahora me dirás que demonios estoy diciendo? – pongo los ojos en blanco. Luego de escucharlo como por diez minutos seguidos logré decir la frase

-¿ni siquiera lo deduces? – abre sus ojos con incredibilidad

-solo reconozco algunas palabras… creo que el propósito de que me ayudes con el francés es este ¿no?, vocabulario nuevo – me pongo un poco más seria

- Dice: Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo. – cita la frase tan adecuadamente y melodioso que me veo perdida en sus labios por unos segundos

<< ¿Sucede algo? >>

-no – respondo mientras niego con la cabeza

-¿disculpa? – me mira con una ceja enarcada y la marca en su boca de una medio sonrisa

-¿no preguntaste… olvídalo – me interrumpo a mi misma en un mar de pensamientos

-quiero que me cuentes tu historia – lo dice tan rápido que me deja con la boca abierta

Abro mis ojos como dos grandes platos, ¿Qué ha sido eso?, mi cuerpo se tensiona, empiezo a temblar internamente y sentir un frio recorrer por mi espalda

-es tarde tengo que irme a casa – tomo mi mochila y me levanto de las gradas

Mi cuerpo se estremece, el vacio bajo mi pecho se siente como si estuviese a quince pisos de altura, justo a punto de lanzarme.

-espera – me toma del hombro antes de que baje los primeros escalones – no quería… la verdad yo… olvida… ¡ah! – Da un largo y pausado respiro - ¿puedo llevarte a tu casa? – sonríe ladeado como disculpa

-de acuerdo – empiezo a bajar las gradas hacia el parqueadero de la escuela

Ha sido incomodo el simple hecho de subirme a su moto de nuevo, pero aun mas, ha sido extraño abrazarlo fuerte cuando sentí que casi caigo, el no ha hecho más que sonreír… lo sé porque su estomago se tensiona, y eso sucede cuando sonríe.

Bajamos de la moto al tiempo y el solo se queda allí viéndome, sus labios se mueven pero no sabe qué decir, lo está analizando bastante, tanto que hasta yo ya estoy ansiosa

-¿puedo pedirte un favor? – ladea su cabeza un poco. Un brillo en sus ojos lo delata…

-dime… - entrecierro un poco los ojos, hoy ha estado bastante extraño, y no me puedo dar lujo de confiar en su palabra

-cuéntame tu historia – veo, por la tención de sus hombros que ha sido bastante incomodo preguntar

-No.- respondo rotundamente antes de que se haga cualquier idea

-¿Por qué? – se ve, de cierta manera, ofendido

-porque como lo has dicho, es MI historia, y tengo derecho a reservármela

Nos miramos unos segundos, se perfectamente que lo que él está haciendo es analizándome, como si la  gente no lo haya intentado ya…

-bueno... 

Peligro y MuerteWhere stories live. Discover now