Peligro y Muerte

26. Sonríe

Agarro mi estomago adolorida, no puedo parar de reír, el torpe de Seth no ha hecho más que estragos en esta pobre cafetería.

-lo siento. Lo siento – se disculpa con la mesera que trata de limpiar nuestra mesa

-descuida – responde ella con un toque de enojo y pasividad

-yo lo limpio – responde él untando su brazo de la soda derramada

Lagrimas caen por mis ojos y me retuerzo en la silla, mis mejillas están sonrojadas de la vergüenza, pero no logro aguantar las carcajadas, cada vez que mueve algo es peor.

-lo siento mucho – repite ya con un poco mas de motricidad en sus movimientos

-descuida… preocúpate por tu novia que esta ahogándose – me señala la mesera con una gran sonrisa de complicidad

Mis ojos se abren como dos grandes platos y me ahogo entre la risa y mi saliva, siento como mi cuerpo se tensiona pero no logro respirar, niego con mi mano repetidas veces.

-no es mi novia… - Seth se burla y rápido me pasa un vaso con agua

-lo siento – se ruboriza de inmediato y trata de limpiar más rápido

Cuando logro respirar susurro un no completamente inaudible y me dedico a regular mi respiración y limpiar mis lágrimas, no sin antes toser un par de veces.

Cuando la chica se marcha elevo la vista para encontrarme con un Seth sonriente y burlón.   

-¿Qué? – escupo tratando de ocultar una sonrisa

-¿tan feo soy? – me mira ceñudo

-eres un idiota – le lanzo una papa de mi plato y en vez de golpearle caen un su boca y la come gustoso y burlón – Ja. Ja. – ruedo los ojos

- ¿tú eres novia de Muerte? – entrecierra sus ojos

El cambio repentino de tema me toma por sorpresa y siento mis mejillas pasar a un tono escarlata.

-es más difícil que eso – llevo una mano instintivamente a la parte trasera de mi cuello y lo masajeo

-soy todo oídos – deja caer su espalda en el espaldar de la silla

Doy un largo y pausado respiro, asumiendo la consecuencia de lo que hare. – el me gusta, mucho, pero no estoy lista para una relación – muerdo mi labio y sigo masajeando mi cuello

-pero parece que se llevan bien todo el tiempo – comenta con sarcasmo

- esa es otra cosa – hago una mueca mientras asiento – el sabe muchas cosas de mí, y yo no tantas de él – trato de contarle un poco de todo sin revelar nada extraño

Él se inclina, posa sus codos en la mesa formando una ve invertida, reposando su cara en las manos -  ¿y si dejas que él te cuente las cosas? – lo dice como la cosa más obvia de este mundo

-no creo que sea tan sencillo – respondo bajando un poco la mirada

-Elizabeth… Quien no arriesga un Huevo no saca un pollo – se cruza de brazos

-qué clase de concejo es ese – frunzo el entrecejo sin comprensión

-es un dicho – pone los ojos en blanco – mira, si no arriesgas un poco, quizá no obtengas nada

-y me aconsejas porque…

-porque quiero… - se encoje de hombros

Cuando ve que estoy a punto de responder algo ofensivo, o quizá sarcástico abre rápidamente su boca y continúa.