30. ¿Cartas?

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Mis parpados pesan para abrirlos pero el movimiento continuo me incomoda bastante, siento el constante sube y baja de caminar pero no estoy moviendo un solo dedo por mi parte.

-Seguro que no necesitas ayuda - la voz de Jamie se escucha como un eco

-Seguro... Gracias hermano - siento una pequeña vibración en mi cabeza con la voz en respuesta

Mis ojos poco a poco se van cerrando de nuevo y caigo dormida.

-y si te beso por siempre - susurra en mis labios

-y si mejor me dejas hacer la tarea - ruedo los ojos con burla

-y si mejor dejan la cursilería para después y hacen el trabajo - escupe Christian sentándose de golpe en el sofá luego de haber dejado unas sodas sobre la mesa

-Sabes... pensándolo bien podemos ser tan cursis como quieras - sonrió de lado mientras le saco la lengua a mi hermano

El silencio gracioso inunda la sala, hasta que Neal se acerca a besarme

-cuidado Eliza, te hará daño - la seriedad con la que habla Christian nos sorprende tanto a Neal como a mi

El oji verde me mira nervioso y yo ladeo la cabeza hacia mi hermano en busca de una explicación

-¿Pero no son capaces de ver que tienes un bisturí reposando en tu pierna? - escupe Christian -si coloca la mano donde asimilo lo hará te lo enterrara... ósea te hará daño - rueda los ojos y dirige su atención a la televisión

Me sorprende los nervios que brotan por parte de Neal obviando que algo le ha alterado completamente.

Me despierto levemente al sentir el rose de las sabana sobre la piel desnuda de mis piernas.

-¿Qué haces? - me encojo nerviosa al asimilar la idea de mis piernas desnudas

-te arropo - susurra Maverick con voz ronca

Asomo mi cabeza y veo que tengo puesta, lo que asimilo una de sus camisas anchas.

-¿he hecho algo... - me interrumpe con burla

-tú misma has retirado tu vestido, te has quedado dormida y yo te coloque la camisa - eleva sus manos liberándose de acusaciones

Me quedo callada unos segundos tratando de recordar lo que dijo Mavs pero nada llega a mi memoria. Me distraigo cuando veo que camina hacia la puerta de salida con grandes zancadas.

-¿A dónde vas? - me quejo tratando de acomodarme en la cama

-al apuesto y demasiado cómodo sofá - sonríe de lado

-quédate - susurro

-no creo que... - lo interrumpo

-por favor... o al menos hasta que me duerma de nuevo - me acomodo hasta que sobra al menos, mas de la mitad de la cama

Sus ojos me detallan, se perfectamente que esta asimilando la idea que estoy medio ebria, que el día no ha sido fácil y que probablemente termine haciendo alguna estupidez.

-Maverick... somos novios... ya me puedes besar si lo deseas - chillo adormilada

En verdad tengo miedo de tener pesadillas, y asimilo que hoy no será un lindo sueño el que me recorra, a menos que me sienta segura con el calor y aroma de Maverick.

-Estas ebria Elizabeth... tu jamás dirías eso - se apoya en la puerta y está entre quedarse o irse, agradezco que el sofá sea incomodo ya que es un punto a mi favor

Peligro y MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora