32. ¿Adiós?

1.5K 90 5
                                    

-Podríamos decir que estas alucinando – Erika comenta a mi lado con un poco de tensión

-¿Qué? – La veo sin comprensión alguna – Estoy completamente segura de que no fue una simple alucinación – sostengo la bolsa de hielo en mi frente con un poco de debilidad

-Cariño, quien estaba a la puerta era el cartero que me trajo el vestido que compre hace unos días por internet – vuelve la mirada al celular en su mano – debes estar cansada, ha sido un fin de semana largo para ti – se encoje de hombros sin llegar a otra conclusión   

-Puedo jurar que escuche a alguien contigo… alguien a quien conozco – abrazo mi estomago con nerviosismo mientras entierro los dientes en mi labio… Esto no puede estar pasando ¡yo lo escuche, lo juro, pero no sé quien era!

-Elizabeth… creo que estas cansada, deberías ir a tu casa, descansar un poco y calmarte – sus ojos me detallan con ternura y pesar, como a un cachorrito que se encuentra en la calle e inspira lamento – te acabas de desmayar mientras bajabas las escaleras… es mejor que te busquen un doctor – la verdad me irrita un poco la poca convicción que sostiene sobre mi   

-No… yo no puedo ir a mi casa – murmuro adolorida – llamare a Muerte – tomo mi celular de sus manos, busco a Maverick, y lo llamo

Suena un par de veces y al tercer tono contesta, tiempo que casi se me hace eterno.

-Elizabeth… ¿Cómo estás? – se oye alegre

-bien… ¿y tú? – trato de sostener tranquilidad

-¿Por qué no contestaste hace un rato? – comenta distraído en lo que sea que esta haciendo

¡Lo sabia! Espero unos segundos para ocultar la satisfacción en mi voz – es que no lo escuche timbrar – miento. No tengo antojo de iniciar una discusión o lo que sea posible por no contestar una llamada… solo deseo dejar todo esto atrás y resolverlo cuando al menos tenga una idea de que es lo que estoy haciendo y que está sucediendo

-te tengo una pregunta- comenta sin darle mucha importancia a lo anterior

-¿sí? – una sonrisa se va expandiendo en mi rostro por el tono de voz que usó

-tu… yo… en mi casa, una noche de películas y mucha comida… – juraría que el también esta sonriendo

-¿a las nueve en tu casa? – pregunto sonriente aun sabiendo que no me puede ver

-mejor a las siete y media paso por tu casa, no quiero que salgas tan tarde sola   

-en la escuela a las siete mejor ¿sí? – muerdo mi labio esperando que no pregunte porque

-hecho… allí te espero

-adiós

-cuídate, adiós…

Te quiero. La palabra se asoma en mi cabeza pero no estoy segura de decirla – adiós – finalizo la llamada

Mis ojos se dirigen de inmediato a la hora, es la una de la tarde, siento que tengo el tiempo descuadrado, que nada es lo que parece.

-oye… debo irme… quede de verme con Seth en un par de horas – masajeo mi cuello en busca de tranquilizarme – gracias por esto – le devuelvo la bolsa con hielo y me acomodo para levantarme

-eso esta bien – sonríe – Seth es un torpe y hará que te distraigas un rato – parece más tranquila

-ahora no tengo animo de nada – sonrió de lado y me levanto del sofá

-vamos… yo se que te distraerás con el – me pasa mi cartera y me la acomodo

No digo nada como respuesta, pues se perfectamente que está diciendo la verdad, Seth es como un payaso, siempre termina haciéndome reír con sus torpezas – tan  pronto la ropa este limpia te la paso – señalo las prendas que me presto

Peligro y MuerteWhere stories live. Discover now