La vida de Natasha Romanoff siempre se ha concentrado en cuidar de su hermana Yelena Belova, no hay nada que le importe más en la vida que eso, ella jamás ha pensando en tener hijos, no los quiere ni los desea pero... Tal vez algo pueda cambiar su p...
Estiré mi cuerpo cuando tome asiento en el suelo, la madera era muy molesta para mí, giré hacia mi derecha para ver a Billy y Tommy dormir como si nada, el segundo tenía su pierna izquierda encima de su hermano y el primero tenía abierta un poco la boca, mordí mi labio inferior para no hacerle ninguna broma, son niños... Y debía cuidarlos, no es como si fueran Yelena para molestarlos. Me levanté con el menor ruido posible y fui directamente al baño donde me arregle un poco, me eche un poco de agua al rostro e hice mis necesidades, después de eso salí de la cabaña.
La cabaña es muy grande y muy bonita, realmente yo le daría otros toques más personalizados pero cada quien su gusto, de todas maneras la cabaña en si no es de Lexa, simplemente la tiene para este fin de semana, mi amiga está loca, ¿Cuídar a más niños que nos son suyos? Es un horror, al menos Billy y Tommy si me obedecen, son mis pequeños amigos y además no somos el único campamento aquí, habían más y pretenden hacer competencias entre nosotros, para eso no vine preparada pero... ¿En qué estaba? Así la cabaña es genial.
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-¡Hola! ¿Qué estás haciendo?-. Pregunté cuando caminé alrededor de está para notar a Lexa en la parte trasera.
-¿Qué crees que estoy haciendo? Partiendo troncos, obviamente-. Murmuró de mal humor y yo alcé mi ceja derecha.
-¿Por qué de mal humor? Recuerda que fue tu idea todo esto, yo solo estoy aquí como acompañante y no tengo ni idea de cómo cuidar a doce niños de entre siete a once años-. Le dije cruzándome de brazos provocando que soltara un fuerte suspiro.
-Ya lo sé... Cuidar de mis hijos es fácil por qué tengo a Clarke pero... No sé en qué estaba pensando en hacerle caso a mi pequeña Maddie, no soy capaz de decirle que no-. Murmuró con una mueca mirándome fijamente.
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-Bueno, tus hijos y esposa te manipulan como quieren pero esta bien, no hay problema con eso, ahora el reto es mantener a todos estos niños con vida hasta que lleguen con sus padres y luego jamás de los jamás vuelvas hacer algo como esto, ¿Si te das cuenta a quien les estás pidiendo ayuda?-. Le dije colocando ambas manos en mi cintura y haciendo un movimiento con mi cabeza para señalar a la cabaña.
