La vida de Natasha Romanoff siempre se ha concentrado en cuidar de su hermana Yelena Belova, no hay nada que le importe más en la vida que eso, ella jamás ha pensando en tener hijos, no los quiere ni los desea pero... Tal vez algo pueda cambiar su p...
-Vamos acuidar niños Kate, osea... Si he pasado tiempo con ellos pero nunca me los dejaron a cargo por más de diez minutos, ¿Qué se supone que hagamos con ellos?-. Pregunté cruzándome de brazos y sintiendome completamente nerviosa.
-¿Cómo lo voy a saber? Yo tampoco he cuidado niños, a mí me cuidaban-. Dijo mi esposa con una mueca y yo suspiré.
-Somos las peores en no saber cómo cuidar niños de ocho años, digo... Yo era la hermana menor, a mí me cuido Natasha, ¿Los niños de ocho años toman vodka? Una vez Natasha me dio por qué le pedí, en ese entonces sabía horrible y ahora que estoy grande... Que estúpida fui al pensar que el vodka era asqueroso-. Murmuré para dejarme caer en el sofá.
-No le vamos a dar vodka a niños, hay que llevar a Lucky, así se hace amigo de Kira-. Contestó mi esposa señalando a nuestro recién cachorro que estaba recostado en el suelo.
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-Tienes razón, eres muy inteligente pastelito-. Le dije tomando su rostro para besarla ya que se había sentado a mi lado.
-¿Verdad que si?-. Preguntó con una sonrisa adorable.
-Te amo demasiado, eres el amor de mi vida-. Comenté con una enorme sonrisa para luego pegar su frente con la mía.
-Yo también te amo, tuve mucha suerte de que te enamoraras de mi, me costó hacer que me amarás pero lo hice-. Dijo con tremenda sonrisa y yo le robe un beso.
-Ya te amaba pero quería que trabajaras un poquito más, bien, toma a Lucky para irnos-. Hablé separándome de mi amada esposa, está gruño un poco pero se levantó del sofá.
Mi hermana me había pedido cuidar de mis sobrinos por qué eso era lo que eran los pequeños renacuajos, mis sobrinos solo que mi hermana aún no se da cuenta que ya está casada con Wanda, digo... Ya ni siquiera pasa tiempo en su departamento, vive en la casa de Wanda las veinticuatro horas del día, es lindo ver lo enamorada que está y ver qué está formando una linda familia, no es algo que esperaba pero me alegraba que mi hermana comenzará hacer completamente feliz después de meses difíciles.
-¡Estoy lista! ¡Vámonos!-. Gritó mi esposa haciendo que saliera de mi ensoñación.
-¿Has pensado en tener hijos?-. Pregunté cuando tome mi bolso y me acerque a mi esposa que me esperaba en la entrada con mi cachorro en sus brazos.
-¿Eh? Tiempo, tiempo... ¿A qué viene eso ahora cariño?-. Preguntó mi Kate completamente confundida.
-Solo lo he estado pensando, ¿Tú no?-. Cuestioné un poco nerviosa.
-Bueno, si... Si no recuerdo mal te dije que quería todo contigo, casa, perro e hijos, sería lindo tener una mini Yelena, ¿Por qué? ¿Quieres tenerlo ahora?-. Preguntó mi esposa con cierta emoción mirándome.
-No creo que ahora se el justo momento para tener un bebé cariño, lo hablaremos, anda vamos-. Le dije empujandola de la cintura y ella gruñó.
-¡¿Qué pasa contigo mujer?! Primero hablas, me emocionas y me dejas así, quiero una niña como tú, rubia, nariz pequeña y ojos lindos-. Murmuraba con cara de soñadora mientras íbamos a nuestro coche.
