Capitulo 12: Nuevos y viejos amigos

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Quinn

Rebusco en mi armario, lanzando todo lo que no me convence a un lado de mi habitación. Finalmente tomo un vestido color negro y me giro para mostrárselo a Elton, quien reposa cómodamente sobre mi cama mientras me mira con aburrimiento.

—¿Qué te parece este? —cuestiono, colocando el vestido frente a mí, para que pueda examinarlo mejor. El felino por su parte me suelta un «meow», mirándome con desaprobación—. Tienes razón, es muy formal para la ocasión—suspiro, para seguir rebuscando en mi armario.

Esto es ridículo, me siento como Elizabeth James de Juego de gemelas, cuando iba a encontrarse con Nick Parker luego de once largos años sin saber nada de él y ahora no tengo idea de lo que debería usar, ni cómo actuar. Solo intento encontrar el atuendo apropiado para el dichoso encuentro, lo cual es absurdo, ni siquiera debería estarme estresando tanto por lucir bien para esto. Tengo un plan muy sencillo, llegare, me sentaré, escucharé lo que sea que Thomas tenga para decir, llamare a una tregua y me alejaré lo más que pueda. Simple y sencillo.

Nada de lágrimas, ni lamentos, solo indiferencia.

«Nada podría salir mal, ¿verdad?»

—¿Qué tal esta camisa blanca con una falda de tubo? —alzo en alto el conjunto y hago una mueca—. Lo sé, muy profesional...

No me juzguen, pero esta es la mejor forma con la que puedo lidiar con mis nervios y procesar todo, vistiéndome con mis mejores galas... o tomando una siesta, todo depende.

Observo todo el desastre a mi alrededor, distintas prendas y zapatos esparcidas en la habitación y una gran pila de ropa junto a mí, me lanzo sobre la pila de ropa y mi mente regresa al día en que empaque todas mis cosas a mitad de la noche, cuando tire todas las fotografías en mi habitación y oculte todas las cosas que me recordaban a él.

Hoy todo vuelve a estar a como estaba antes de esa noche, mamá se hizo cargo de ello, las fotografías vuelven a estar colgadas en las paredes, los peluches perfectamente ordenados sobre mi cama, el escritorio impecable y la biblioteca intacta.

La noche en que me marché fue cuando tuve que marcar una línea entre nosotros por primera vez en nuestras vidas. Marcar distancia era lo mejor para mí en ese entonces, lo sabía, aunque me dolía, sabía que era lo mejor. Lo había dado todo de mí y no había sido valorado, no podía salvarnos por más que lo intentase, así que decidí que no permitiría más que me tratasen de esa forma.

Y aquí estoy otra vez, devuelta al punto de partida...

Este encuentro me tiene los nervios de punta, y eso que Thomas no es mi ex esposo, ni mi ex novio, pero es mi ex mejor amigo... Lo cual es mucho peor.

El tono de llamada de mi celular hace eco en toda mi habitación, desde donde me encuentro alcanzo a ver la pantalla iluminada de mi celular, con el nombre de Chris, mi compañero de trabajo resaltando en la pantalla. Casi me caigo de bruces al intentar alcanzar el teléfono para contestarlo a tiempo.

—Por favor, dime que me necesitan de vuelta—es lo primero que le suelto al contestar la llamada.

Su rostro angustiado aparece en pantalla, mirándome con una autentica cara de terror.

—¡Quinn! Debes regresar inmediatamente, todo es un desastre desde que te fuiste—exclama, horrorizado—, llegaron las cifras de la reciente edición de la revista y los números no son nada buenos, la jefa habla de retirarse y Camille ha enloquecido, no para de hablar sobre rediseñar la revista...—relata con terror.

Suelto un suspiro de alivio, no por la situación de la revista, claro, pero eso significa que debo regresar a Nueva York esta misma tarde y ahorrarme la conversación con Thomas, ese es el verdadero alivio.

Alguna vez nosotrosWhere stories live. Discover now