Capitulo 21: Un terrible error...

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6 años atrás...

Quinn

—Por favor—Thomas ruega.

—No—vació mi bolso dentro de la taquilla con más fuerza de lo necesario.

Estoy confundida. Tommy me ha dejado muy en claro que no le agrada mi presencia en sus partidos, deje de asistir a las prácticas para no importunarlo más de lo necesario y ahora me pide que asista a uno y luego a una fiesta para celebrar uno, muy raro. Claro, estoy obligada a asistir a esos partidos de todas formas, pues en el periódico estamos obligados a escribir reseñas sobre estos y el rendimiento del equipo.

—Vamos, Quinn—pasa un brazo alrededor de mis hombros en un medio abrazo—, sé que he actuado como un imbécil últimamente...

Intento hacerme la indiferente, la enojada, pero estoy reprimiendo una sonrisa y que este tan cerca de mí no me está ayudando.

—Así es, muy imbécil—coincido—. El más grande y peor de todos los imbéciles...

—¡Entendí, ya entendí! — Tommy suelta una leve risa—. Déjame recompensártelo. Solo ven a la fiesta después del partido, será divertido.

Silbidos y burlas se escuchan detrás de nosotros y Tommy se separa como si estar cerca de mi le quemase. Ni siquiera es necesario girarme para saber de que trata de Byron, el bravucón de la escuela y el resto de los chicos del equipo, son todos unos inmaduros.

—Define divertido—achico mis ojos en su dirección, ignorando el bullicio.

—Bien, sé que no te agradan mis amigos, pero esta fiesta será en casa de Brandon, lo conoces y sabes que no es un mal chico...

Brandon, su nombre se queda amargo en la punta de mi lengua. Sé que no es un mal tipo, de todos los chicos en el equipo, es el menos imbécil, y debo admitir que es un chico decente. Sin embargo, no puedo evitar no verlo como el mismo tipo que me ha estado robando a mi mejor amigo...

—Iré al partido, pero solo porque estoy obligada a ir por el periódico, estamos obligados a relatar las maravillas de tu equipo porque el entrenador nos tiene en la mira para cerrarnos —le digo—. Así que estaré ocupada redactando un artículo sobre eso, los mismos que prometiste que me ayudarías porque no tengo ni la más mínima idea de que va el fútbol americano—le miro—. Supongo que tendré que investigar—espeto, trazando una sonrisa sarcástica.

—¡Yo puedo ayudarte con eso!

—Si, eso lo escuche antes, pero hasta ahora no has hecho casi nada por el periódico.

—¡Vamos, Quinn! He estado ocupado con cosas del equipo—brama—. Solo, ven conmigo a la fiesta. Será divertido, además, es una forma de poder compensar el tiempo perdido.

Estos días se ha vuelto confuso estar alrededor de Tommy, cuando estamos solo nosotros todo parece estar bien, es el chico dulce y atento que siempre he conocido y todo parece volver a la normalidad. Pero cada vez que están sus nuevos amigos alrededor parece transformarse en otra persona, alguien que desconozco y que para ser sincera no me agrada ni un poco.

Pequeñas cosas que no notamos hasta que es demasiado tarde, que lo aguantamos por amor, nos callamos por amistad y simplemente lo dejamos pasar. La forma en la que me hace menos delante de ellos para quedar bien, su actitud desdeñosa, que me haga quedar como tonta, la forma en que rueda los ojos y resopla como si no me soportase. Tampoco me gusta que se burle de otros, lo déspota que se comporta con otros que sus amigos no consideren a su altura.

Detesto todo lo que hace o dice para obtener la aprobación de ellos, por eso evito acompañarlo cuando cualquiera de sus otros amigos está presente, pues son crueles y cuando Tommy esta con ellos... es otro.

Alguna vez nosotrosWhere stories live. Discover now