Capitulo 33: Shirley Temple

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Thomas

He cometido muchos errores a lo largo de mi vida, tantos que ahora mismo me resultan incontables. He metido tantas veces la pata que he perdido la cuenta, he confiado en las personas incorrectas y herí a la única persona que realmente me importaba, cedí y deje ir con la idea equivocada de que podría arreglarlo al día siguiente, pero no hubo un día siguiente. Creí que solo seria una pequeña pelea pasajera, pero realmente estaba arrastrándonos a ambos hacia lo profundo de la oscuridad y los engaños. Ninguna sensación fue tan horrible como la de despertarme y no encontrarla en la escuela, cuando la busque desesperado pero nadie podía darme una respuesta. Todavía recuerdo la angustia, recuerdo el terror. He visto mi vida derrumbarse y lo he perdido todo. He sido un pecador por mis crimines y errores, pero cada vez que Quinn me mira con una bonita sonrisa plasmada en su rostro, pienso que algo bueno debí haber hecho en mi vida como para poder merecerlo.

El resto del mundo puede decir lo que quiera, el cielo se podría estar cayendo y los puentes colapsando ante las tormentas, pero nada más va a importarme tanto como ella. El pasado no importa cuando la miro a ella y está vez no voy a permitir que su amor se me escape de las manos tan fácil. Nunca me considere a mí mismo como una persona muy valiente, ni siquiera podía defenderme a mí mismo, pero, ¿Por Quinn? soy capaz de quemar hasta los cimientos una ciudad entera. Ella me enseño de valentía, amor y lealtad, así que ahora soy todas esas cosas y mucho más por ella. 

Quinn Lovelace es luz en medio de toda la oscuridad, es esperanza ante la desesperación, es colores pasteles ante tonalidades grises. La paz en el medio del caos y la ausencia de la maldad en un mundo dividido.

Solo siento que todo alguna vez podría mejorar es cuando estamos juntos. Ni siquiera podría imaginarme enamorándome de alguien más, solo pensar en ello me revuelve el estomago. Siempre ha sido y siempre será Quinn, mi Queenie. Las segundas oportunidades son un milagro que no a todo el mundo se le concede. Las segundas oportunidades son un milagro de la vida, debes saber aprovecharlas muy bien pues es algo que no le sucede a todo el mundo.

Lejos quedaron las peleas en el garaje de mi casa, las miradas que cruzábamos en las fiestas en casa de Brandon, ignorarnos en los pasillos de la escuela, las preguntas que nunca nos atrevíamos a hacerle al otro, verla irse a casa con otro chico, un trago tras otro, volver a discutir al día siguiente, todas las circunstancias que nos alejaron y la falta de la comunicación. Ya nada de eso importa, solo nosotros. Nosotros y los nuevos comienzos.

Las palabras que solté en el campo de fútbol permaneces presentes como ecos en mi cabeza cada vez que la miro, no me arrepiento de ninguna de ellas. Me tomo bastante tiempo decírselo, pero la liberadora sensación que me ha acompañado desde que las dije ha sido un gran consuelo para mi.

Deslizo la copa sobre la barra hasta que esta se posa delante de Quinn, quien observa la copa maravillada. Esta noche me toco cubrir el turno de mi compañera de trabajo y no podría negarme a un poco de dinero extra. Es la primera vez que invito a Quinn a mi lugar de trabajo, le dije que podía llevar a casa si no quería venir, pero ella insistió en querer asistir en cuanto recibí la llamada al salir de la pista de patinaje. 

—¿Qué es? —pregunta sonriendo con ilusión.

—Es un Shirley Temple—presento el cóctel con orgullo.

Sus cejas se contraen ante la confusión en su expresión y luego me lanza una mala mirada.

Un Shirley Temple es un cóctel no alcohólico, bautizado en honor a la actriz infantil de cine Shirley Temple. El cóctel está compuesto de cinco medidas de refresco de lima limón y un toque de granadina, decorado con una guinda al marrasquino y una rodaja de naranja.

Alguna vez nosotrosWhere stories live. Discover now