Capitulo 20: Un lugar que solo nosotros conozcamos

101 9 129
                                    

Quinn

La brisa de la noche agita mis cabellos, desordenándolo. Las manos de Andrew se mantienen cubriendo mis manos heladas. Apoyo mi cabeza sobre su hombro y se me ocurre que podría quedarme ahí toda la noche, siendo consolada por la persona en la que más confió en la vida.

Quizás todo cambie en la vida, pero nuestra amistad siempre será la misma y eso me reconforta.

Me enderezo de mi posición una vez escucho a alguien carraspear detrás de nosotros, levanto la mirada para toparme con Thomas, quien lleva un plato con pastel de chocolate en su mano derecha.

—Lamento interrumpir—tose incómodamente antes de mirarme—. Creí que te habías saltado el postre y pensé en traértelo—dice.

Un pequeño Tommy escabulléndose para llevarme un plato de galletas llega a mi mente y sonrió para mis adentros. Hay cosas que nunca cambian.

—Bueno, debo regresar a la cocina antes de que Teddy acabe con el pastel—Andrew se levanta, sacudiéndose el polvo de los pantalones. Lo miro con ojos suplicantes, esperando que capte el mensaje en ellos y no se vaya, pero Andrew deja un beso en mi frente en forma de despedida—. Estarás bien, pequeña Quinn.

Lo veo marchar hasta que Thomas se acerca, sentándose en el escalón, justo en el mismo sitio que había ocupado Andrew segundos atrás. Thomas mantiene una mirada inocente en su rostro, pero a mi no puede engañarme: 

—Anda, dime, ¿Cuánto de todo eso escuchaste?

—¿Qué dices? Acabo de llegar.

Lo miro con diversión.

—Vamos, Thomas, no olviden quien te enseño todo lo que sabes sobre espionaje—le digo—. No puedes engañarme—mantiene una mirada extraña en sus ojos, lo cual me hace gracia—. Además, podría reconocer ese perfume así estuviera a tres cuadras, ¿acaso te echaste todo el pote encima?

Thomas rueda sus ojos, rendido.

—No exageres.

—Solo decía...—levanto mis manos con inocencia.

Reímos hasta que el silencio vuelve a reinar entre nosotros.

—Me he perdido de muchas cosas últimamente, ¿no es así?

—Bah, no te has perdido nada interesante—suelta un leve bufido, como si lo que dije le pareciera absurdo.

Enarco una de mis cejas.

—Lo dices para que me sienta mejor.

—Quinn, este lugar es lo mismo que siempre ha sido, a ti nunca te ha gustado de esa forma, las personas son las que cambian y, aun así, muchos se las arreglan para ser lo que siempre han sido —se encoje de hombros—. Love... solo quiero decirte que no es cierto, eso de que todos hemos seguido adelante sin ti y que ya no encajas con nosotros—especifica—. La vida no tiene sentido si no estás tú, no creo que alguno de nosotros pueda realmente seguir adelante sin ti, mucho menos yo—lo miro—. Es decir, ¿qué sería de nosotros sin el alma del grupo?

—No mientas para hacerme sentir mejor, Thomas. Sé muy bien que les ha ido bien sin mí, eh.

Especialmente a él si lo pienso, y parte de mi es lo suficientemente egoísta como para odiar eso, pero también me alegro, de saber que ha construido su vida, una buena vida, aunque no forme parte de ella...

—Nada es lo que parece—se encoje de hombros—. Y siempre habrá un lugar reservado con tu nombre para cada vez que quieras regresar.

—¿Aunque me vuelva rica, famosa, arrogante y me olvide de ustedes?

Alguna vez nosotrosWhere stories live. Discover now