Capitulo 31: Canciones en la radio

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Quinn

Me gustan las aventuras, de pequeña siempre fui una niña con una imaginación volátil, no podía quedarme quieta en un solo sitio y me aburría con facilidad. Una de mis cosas favoritas sobre el verano era poder ir con Tommy a las ferias y al parque de atracciones, el odiaba subirse a la montaña rusa, pero terminaba subiéndose solo para cuidar de mí, pues sabia lo mucho que me encantaba subirme a la montaña rusa, la velocidad, la sensación de estar volando, la adrenalina.

Creí que nunca volvería a experimentar esa emoción que te produce subirse a la montaña rusa, hasta que me escabullo de la cena de compromiso de mi hermana. Para mi completa sorpresa, Thomas termina robándose las llaves de un auto para huir de la escena tomados de las manos.

—¿De quién es este carro?

—De Andrew —luce increíblemente guapo mientras intenta encender el motor del auto.

—¿Drew tiene un auto y no me ha llevado a pasear? —pregunto, abriendo la boca con indignación.

—Ahora te llevare yo, lo cual es mucho mejor—lo miro, alzando una de mis cejas—. Créeme, soy mejor conductor que Drew.

No pongo en duda su palabra pues Thomas es mucho mas cuidadoso que Drew en casi todos los aspectos de su vida. Menos en la cocina, es un terrible cocinero. 

Thomas enciende la radio, una canción de Harry Styles está sonando y contengo las ganas de chillar como niña pequeña. El viaje es agradable durante unos minutos, hay un silencio agradable entre nosotros hasta que la estación de radio coloca una canción de One Direction y casi dejo sordo a Thomas con mis gritos, pues me resulta inevitable no emocionarme como cuando era una adolescente loca por esos cuatro británicos y un precioso irlandés.

Recuerdo que era tan fanática de la banda que incluso manejaba distintas cuentas fans en redes sociales dedicadas a promocionar la banda, podía pasar horas sin descanso publicando sobre ellos e interactuando con otras admiradoras como yo. Pensándolo bien, debieron haberme pagado por el fabuloso trabajo que hacia como publicista y community manager.

 Canto todas las canciones de la radio hasta que Thomas detiene el auto y reconozco el camino por el que viajamos. Trago saliva con nerviosismo en el segundo en que diviso el lugar al que nos estamos dirigiendo. Contemplando el imponente edificio delante de nosotros. La escuela es un lugar que pensé que no necesitaría volver a visitar nunca más.

Pero aquí estamos...

—¿Serias tan amable de explicarme que hacemos aquí o solo has perdido la cabeza? —demando saber. Estamos en la entrada de nuestra escuela—. Esté lugar no solo parece un basurero, sino que parece la casa de It en las noches.

—Hemos hablado sobre dejar el pasado atrás, pero a veces es necesario recordar los buenos momentos—puedo notar que se ha puesto nervioso—. Tenemos muchos recuerdos aquí...

—No son tan buenos recuerdos.

—No todos lo son—admite, dándome la razón—, por eso estamos aquí, para borrar los malos recuerdos, rememorar los buenos y crear nuevos—extiende su mano hacia mi—. ¿Qué dices? ¿Quieres crear nuevos recuerdos conmigo?

—¿Por qué siento que estoy a punto de entrar en la cueva del lobo? —acepto su mano, colocando la mía sobre la suya, permitiendo que tire de mi hasta llegar a las grandes puertas. Tomo una respiración profunda.

La puerta se abre desde adentro y Brandon Fox aparece como recién salido de un comercial para crema dental, sus dientes perfectos relucen en una sonrisa en cuanto nos ve. Siempre ha sido un chico guapo, pero estos cinco años le han sentado mejor. 

Alguna vez nosotrosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن