Capitulo 35: Batallas y noches de ensueño

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Quinn

Hay algo especial sobre Nueva York que me atrae como una polilla a la luz, es cursi decirlo, espero es así, amo las luces brillantes de la ciudad y como estas mismas se reflejan en los ojitos brillantes de Thomas, amo los múltiples lugares recónditos que descubrir y tomar la mano de Thomas para arrastrarlo a visitar la mayoría de ellos, amo la libertad que esta ciudad me otorga y me encanta estar aquí con alguien que finalmente entienda el por qué amo tanto esta ciudad. En invierno la ciudad es mucho más bonita,  como ahora, pues los adornos navideños se encargan de otorgarle un toque mágico y especial a la gran ciudad.

Nuestro segundo día en Nueva York marcha sobre ruedas, consigo hacer más entrevistas con autores importantes en la feria de libros, Abby presenta su nuevo libro, antes de subirse al escenario para hablar sobre ello me dice que piensa que va a desmayarse, así que Thomas y yo nos mantenemos en primera fila intentando brindarle ánimos, lo ha hecho de maravilla, todos aplaudimos, luego regresa con nosotros tan pronto como puede. Finalmente logro hacerle la entrevista que tanto he estado esperando, hablamos sobre su carrera y los detalles de su próximo libro, consiguiendo una primicia importante.

Propongo volver al mismo café del día anterior para celebrar con chocolate caliente, Abby declina la oferta porque se niega a ser la tercera rueda de nuestras citas y porque insiste en que debo hablar con Thomas a solas. Sin embargo, no le queda otra opción que venir con nosotros cuando enredo mi brazo con el suyo y Thomas hace lo mismo con su brazo izquierdo.

—¿Alguno conoce a un buen fotógrafo? —pregunto al revisar mis mensajes de texto—, el que había contratado para la boda de Shannon me acaba de cancelar porque prefiere pasar las fiestas en Mónaco.

—Puede que yo conozca a uno—Abby comenta distraídamente.

—Yo conozco al mismo que ella conoce—agrega, Thomas.

Comprendo enseguida que ambos se refieren a Archer Bennett el nieto de Nicole.

—Llámalo entonces—toma un sorbo de su chocolate caliente.

—Si lo llamas tu quizás nos dé un descuento familiar—sugiere en un tono burlón. 

La idea de Thomas no es particularmente mala, pues cualquier otro fotógrafo nos saldría más barato que el fotógrafo del que ambos se proponen. Sin embargo, queremos un trabajo perfecto y un buen fotógrafo podría otorgarnos eso. El trabajo de Bennett está muy por encima de esto, pero si Abby logra convencerlo tendremos la certeza de que las fotografías de la boda de Shannon serán tan perfectas como ella sueña que cada detalle de su boda lo sea.

—¿Estás loco? Por qué crees que...

—La verdad nos vendría bien un descuento familiar, así el presupuesto nos alcanzaría también para ordenar las servilletas de tela con las iniciales de Shannon y Phillip bordadas y una estatua de hielo—se mantiene en silencio y le sonrió con inocencia—. ¿Por favor? —mi sonrisa crece en una sonrisa victoriosa cuando ella suspira y saca su teléfono para hacer la llamada.

¿Abigail O'Brien llamando? ¿Ha llegado finalmente el día de mi suerte? —contesta la persona al otro lado de la llamada—. ¿Gané la lotería?

—Archer Bennett, eres la persona más dramática que conozco y con eso digo bastante porque estoy sentada a un lado de Quinn—me señala, le pego con un puño en el hombro, con su mano libre se soba la zona herida, pero sé que de no ser por la llamada me habría devuelto el golpe con el doble de fuerza. 

Se levanta del asiento llevándose el teléfono con ella, hago un mohín inconforme por no poder escuchar el resto de la llamada.

—No olvides el descuento familiar—susurra Thomas antes de que ella se marche del todo.

Alguna vez nosotrosWhere stories live. Discover now