Alguna vez nosotros

Capitulo 40: Sigue bailando

Quinn

Los aplausos y las felicitaciones todavía hacen eco a nuestros alrededores, las campanas de la iglesia se hacen escuchar por encima del bullicio. Veo pétalos de flores blancas, rosas y granos de arroz para la buena fortuna cubriendo el suelo de la catedral. Todos a nuestro alrededor se muestran genuinamente alegres por la pareja de recién casados, que dejan el lugar atrás para partir rumbo a la recepción de la boda.

Para mi sorpresa, la recepción de la boda estaba resultando ser un rotundo éxito. Todo era exactamente lo que Shannon había deseado... Claro, que no todo puede ser perfecto, pero teniendo un grupo de mente criminales trabajando en equipo, es posible lograr cualquier cosa. La figura de hielo que habíamos ordenado se había perdido en el camino, pero Keith se encargó de encubrir el fallo al distraer a Shannon con una canción, la niña de las flores se embarró el vestido de chocolate antes de que pudiéramos tomar las fotos grupales, pero Dorothea logró conseguir un vestido nuevo en tiempo récord. Teddy al pasar corriendo quebró uno de los arreglos de mesa, Thomas se deshizo de la evidencia y cuando el DJ casi toca la canción equivocada, Andrew nos sorprendió a todos con un hermoso brindis que logro sacarle lágrimas a Shannon.

No eran más que simples detalles que recordaríamos solo para reírnos de ello y si teníamos suerte, Shannon nunca se daría cuenta.

Me paseo por el salón de fiestas del club que frecuenta la abuela Margaret y debo admitir que la vista es impresionante. Las paredes están adornadas con elegantes cortinas de color blanco y dorado, que le dan un toque de sofisticación al lugar. El salón está dividido en diferentes áreas. En un extremo, se encuentra un elegante bar, donde los camareros sirven una variedad de bebidas y cócteles. Al otro lado, hay una mesa de postres con una selección tentadora de dulces y pasteles, que hacen agua la boca. El techo está decorado con hermosas lámparas colgantes que iluminan suavemente toda la sala y en el centro del salón, hay una amplia pista de baile rodeada de mesas redondas cubiertas con finos manteles blancos. Cada mesa está decorada con arreglos florales preciosos, que combinan flores frescas en tonos suaves y delicados.

Todo como le gusta a Shannon.

No podría ni empezar a describir la sensación de ver a mi hermana sonreír de la forma que lo hace, rebosante de alegría en su vestido blanco, parecía una princesa al final de su cuento de hadas al bailar el primer baile con su esposo. Papá es el siguiente en compartir un baile con Shannon, mientras mamá me toma de la mano y sonríe con lágrimas en los ojos al mirarlos.

—Acabo de darme cuenta que no sé cuál es el apellido de Phillip—comenta Rory con lágrimas corriendo por sus mejillas, reprimo una carcajada—. Estoy segura de haberlo visto en la tarjeta de invitación, pero no logro recordarlo...

—Siempre podemos llamarlo por nuestro apellido, es mucho más memorable—bromeo.

A lo lejos diviso a Teddy armando una brocheta de frutas y dulces para meterlos en la fuente de chocolate de la mesa de postres, veo como se llena un plato con más dulces antes de disponerse a llevárselos a su mesa durante el baile. Según el protocolo no debíamos acercarnos a las mesas de bocadillos antes de finalizar el primer baile, pero a Teddy no podría importarle menos los protocolos. Cuando me atrapa mirándole me saluda con una sonrisa traviesa plasmada en su rostro antes de meterse una fresa bañada en chocolate en la boca. Le guiño un ojo, indicándole que guardaré su secreto. 

A medida que las canciones cambian muchos se unen a bailar junto a los recién casados a la pista de baile, Keith se desliza por la pista con tanta gracia y elegancia que resulta cómico, Edén no para de reír y él sonríe al verla. Estoy segura de que pasara la mayor parte de la fiesta bailando con ella. Andrew invita a bailar a una hermosa chica que no había visto antes, por lo que me veo obligada esperar el momento adecuado para hacerle un millón de preguntas.