Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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''¿Y no es bonito pensar ...Todo el tiempo había una cuerda invisible atada a mí?'' - Invisible String , Taylor Swift
''Todas las pesadillas que tienes, muéstramelas, yo te mostraré las mías '' - Savior Complex, Phoebe Bridgers.
Cómo Kit Anderson iba a saber lo que pasaría con su vida, solía vivir en un infierno, siempre fue así, sus padres peleaban más de lo que incluso respiraban, cuando Angela, su madre, no estaba en casa, entonces se formaba el desfile de mujeres, mucho más jóvenes. Kit siempre supo que había sido un error, arruinó los planes de sus padres, y Harold, su papá, siempre se lo hizo saber. Su madre jamás, y es que a pesar de haber sido madre joven, jamás le faltó ese afecto maternal, pero ese estilo de vida familiar, entre alcohol, drogas, infidelidades, gritos y golpes en algunas ocasiones, terminó en un gran terremoto destructor.
Kit y Angela Anderson quedaron sin casa, pues Harold, vendió todo y se fue con su amante veinte años menor.
¿Qué se hace después de tal cosa?
Pues en ese momento, nada, pero una cosa buena surgió de ese embarazo no deseado. Angela Anderson, le echó más ganas a la universidad, y sacó su título de enfermera, y es que los problemas económicos que tenían eran únicamente porque el padre de Kit no trabajaba y se gastaba todo el dinero que su mujer llevaba a la casa. La universidad sí le dejó algo importante a Angela, y esa fue su fiel amiga Olivia Munson, o mejor dicho, Liv. Aparte de haber sido amigas, tenían en común esas rupturas amorosas, y bebés a corta edad, con hombres que no eran simplemente para ellas.
Kit echó lo que más podía de ropa, no tenía un closet tan extenso, siempre contaba con sus clásicas vans, jeans un poco holgados, polerones con capucha y poleras con diversos estampados, su favorita era una polera de Volver al futuro.
...
Estaban en Hawkins, aquello estaba pasando realmente, y Kit tenía tanto miedo que ni le hablaba a su madre.
— Sé que estás molesta— Angela habló triste— No tenemos opción y lo sabes.
— No es molestia, es solo que... ¿¿Es la rabia quizá? Teníamos nuestra vida allá. Podríamos haber ido un poco más cerca—A Kit le aterraba la idea de incorporarse, ella era pésima, sociabilizando, no hacía amigos, menos amigas, nunca había tenido un maldito novio y eso ya con dieciocho años le generaba un terrible malestar. Tenía toda la presión social, y nulas aptitudes.
— Liv es mi mejor amiga, ella vive sola con su hijo. Además sólo te queda un año y sales, no será tan terrible— Su mamá la abrazó— Serán tres meses, no tendremos mayor gasto de dinero, juntaremos lo que nos falta rápido, y podemos buscar una casa donde arrendar, ya después pensamos en comprar y vivir juntas.
Kit odiaba aquello que estaba pasando, no tenía nada en contra de su mamá, es más, hallaba tan valiente todo lo que hacía, que le gustaría ser como ella cuando grande, pero de momento estaba nublada, no tenía muchas habilidades sociales, y sólo quería desaparecer, no quería tampoco quedar como una refugiada. Y otra cosa que era bastante importante ¿Convivir con un chico? Los chicos por esa edad son crueles, bastante, y el hecho de pensar en que podía ser un patán de primera, le estaba quitando el sueño. Kit divagaba en esos pensamientos que de momento no tenían sentido, hasta que frente a ellas se aparcó un auto color rojo, una mujer rubia de cabello corto les sonrió.
