Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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Kit llegó a llorar a su habitación, era normal sentirse así. Habían pasado de verse a cada minuto, a verse una vez al día, y ahora se verían quizá en cuánto tiempo más, al menos no estaba en casa de Roger y eso la dejaba mucho más tranquila. Kit sabía que podía aguantar, había pasado por cosas peores.
El día domingo fueron donde su tío James, hicieron cosas de campo, su tío le ayudó a andar a caballo, y por minutos se olvidaba de que Eddie viajaba a Bloomington, en el fondo estaba feliz por él, Eddie cumplía su sueño y eso era lo realmente importante. Llegaron a casa en la noche, y comenzaron los nervios por retornar a su antigua escuela, ¿Estaba preparada para encontrarse con las mismas caras de siempre?
La chica estaba acostada en su cuarto, revisaba las polaroids que tenía de Eddie, tenía teléfono en su cuarto, esperaba la llamada de él, no podía conciliar el sueño.
El teléfono sonó y Kit se levantó casi de forma automática para contestar, era Eddie y una sonrisa se dibujó automáticamente en su rostro.
— ¿Eddie?— preguntó.
— Kit, soy yo— respondió el chico— Llegamos, y ahora estamos en la casa de la tía de Gareth, ella es de acá y nos dará alojamiento—Eddie parecía feliz a través de la línea.
— Te extraño—la chica habló.
— Yo más, no sabes cuánto— Eddie suspiraba, a pesar de ser una experiencia nueva, el sentimiento de estar lejos de su chica era extraño, nunca se había sentido así por alguien, Kit era quien se adueñaba de su mente en todo momento— ¿Cómo ha sido tu primer día en casa?
— Ayer fuimos donde mi tío James— Kit respondió con tranquilidad— Mañana retorno a la escuela y es extraño, sé que es un territorio conocido, pero ¿Qué dirán al verme volver?
— Patéales el trasero, o sino, anota los nombres de los que te molesten y cuando llegue, se las verán conmigo— habló divertido a través de la línea telefónica— Nadie se meterá jamás contigo.
— Te amo mucho— soltó la chica— Ya debo irme, se me está haciendo tarde, que sea un lindo día mañana.
— Te amo más, éxito en tu primer día de escuela— Habló con su voz suave y Kit sonrió.
Su padre la miraba en el marco de la puerta, ella lo miró y su padre se sentó a su lado en la cama.
— ¿Hablabas con Eddie?— preguntó el hombre y ella asintió— Pasarán más que rápido los días, ni te darás cuenta cuando ya esté acá— el hombre abrazó a su hija— Me alegra poder tenerte en casa nuevamente, sé que será complicado adaptarnos a estar solos, pero bueno, ya cuando termines el año, te irás a la universidad, y vendrás sólo de visita—el hombre habló con melancolía— Supongo que volveré a quedar solo, pero...estaré feliz por ti.
— Gracias por ayudarme con Roger y con mamá—la chica le sonrió—Estoy muy feliz de poder vivir contigo.
— Y de Rory no te preocupes, él está en la cárcel. No te lo quise decir antes, pero ha golpeado a Jenny estando embarazada, y creo que es lo que merece, además, tenía otros crímenes como robo y Dios sólo sabe qué más— Harry le miró a su hija con seriedad— Ahora yo te cuidaré de cualquier imbécil que te haga daño.
