Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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''Todas estas personas piensan que el amor es un show, pero yo moriría por ti en secreto''- Peace, Taylor Swift.
— Sólo no debes tomarlas en cuenta— Kit casi se disculpaba con Eddie por esas chicas.
— No puedo creer que tengas que pasar tiempo con ellas—Eddie le sonrió. Estaban en su coche, estaba ya oscureciendo, y no querían que los segundos terminaran, separarse sería terrible, y es que ellos adoraban llegar juntos a casa, beber té en la cocina, subir juntos, estar con Mustaine, aunque el gato fuera testigo de todos esos besos y cuando Eddie confundía a Kit con abrazos por detrás, dejándola inmóvil.
— ¿Me vas a esperar, verdad?— Kit preguntó, en un trago amargo. Apoyó la cabeza en el hombro de Munson.
— ¿A qué te refieres con eso?— Eddie preguntó sin entender a qué se refería.
—¿No te vas a aburrir de estar así?— Kit miró sus ojos marrones y se encontró tan frágil que comenzó a llorar, odiaba llorar frente a las personas, pero Eddie era esa conexión con sus sentimientos más profundos, él la abrazó, no intentó darle una palabra de apoyo, porque su pena era desde adentro, y contra eso no había nada que hacer, sólo contemplarla y dejar que libere todos esos sentimientos.
— Nunca podría aburrirme de ti— Eddie besó su frente.
— Mamá actúa como si no le importara nada. Ella sólo mira a Roger, siento que soy la única ajena— La chica soltó— Encima Roger creo que intenta controlarme, pues me ha advertido con las horas de llegada, y si más bien sé que no puedo llegar demasiado tarde, tampoco creo tener que dar tantas explicaciones.
— Puede irse a la mierda. Sólo aguanta un poco y ya verás que las cosas salen bien.
— ¿Me lo prometes?— Kit lo miró directamente a los ojos — Eddie tomó su rostro y la besó. Kit se sentó en sus piernas, estaban en el asiento delantero. Eddie daba besos en su cuello, estaban estacionados en un lugar oscuro, no había gente a esas horas, él comenzó a succionar su cuello y ella desabrochó lentamente los botones de su blusa blanca de niña rica. La falda le daba libre acceso a las manos de Eddie, incluso levantó más su falda para poder acomodarla mejor sobre él. Lo hicieron como si llevaran años acostándose y es que incluso se decían cosas tiernas mientras él entraba en ella. Cuando terminaron Kit subió sus bragas húmedas, al igual que su entrepierna, ¿Cómo podría llegar en esas condiciones a su casa? Se quedaron un par de minutos más hablando, así la chica podría volver a estar en orden. Esa vez le encantó lo que hacía Eddie en su cuello, lo succionaba y le decía cosas sucias en el oído, eso la mojaba, pero el diablo está en los detalles, y no sabía que cosas tan inocentes como esos besos para calentarla, podrían generar problemas.
A pesar del buen rato, Eddie quedó con un sentimiento extraño, no quería que Kit pensara que él sólo estaba haciendo eso de ir a buscarla y llevarla en su auto a un lugar sin gente, sólo para cogérsela simplemente.
