Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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— ¿Estás segura de querer hacerlo?— Eddie la esperaba en la puerta.
— Sí— Kit miró al piso y en cosa de segundos llegó Angela.
— ¿Dónde van, si se puede saber?— Eddie se hizo el desentendido. Kit no quería hablar de sus reales intenciones.
— Le pedí a Eddie que me lleve a recorrer el pueblo—La chica evitó la mirada de su madre, y Eddie sólo asintió, dando a entender que Kit decía la verdad y que ellos ya tenían los planes armados.
— Ah que bien— la mujer les pegó una mirada graciosa y Kit lo que menos quería era que su madre pensara que ellos dos podían tener algo más, porque entonces comenzaría el hostigamiento y ella sinceramente no estaba para eso— Entonces suerte con su paseo.
...
Eddie tomó prestado el auto, él apenas comenzaba a conducir de forma legal, pero Kit en su desesperación sabía que su única opción era él. La chica se subió a su lado, él la miró de reojo, dirigió su mano cerca de la radio para sacar un chicle de menta, le ofreció del paquete e hicieron un leve contacto de manos, ninguno de los dos hizo algo por dejar de sentir el tacto de sus dedos, pero aquello sólo duró unos segundos. Eddie veía cómo la chica suspiraba un poco nerviosa, él no tenía idea de lo que estaba pasando, Kit sólo le dijo si la podía acompañar a su antigua casa, que estaba a dos horas de Hawkins, a lo que Eddie accedió sin ''peros''.
Emprendieron camino por la carretera, la salida estaba repleta de árboles, al igual que todo el camino que los conduciría al otro pueblo, Kit no hablaba mucho, se veía nerviosa, y es que tenía tantas batallas dentro de ella.
— ¿No piensas decirme dónde vamos?— Eddie la miró y ella acomodó su vista hacia el parabrisas.
— Si te digo pensarás que estoy loca— la chica argumentó, pero Eddie estaba realmente preocupado.
— No creo que estés más loca que yo— Eddie sonrió, quería sacarle aunque sea una sonrisa o la más mínima carcajada.
—Quiero ver a papá— Kit soltó de la nada— Sé que pensarás que estoy enloqueciendo porque arrancamos básicamente de él y la vida de mierda, pero no lo sé, es un tipo violento, no de golpes a nosotras, pero sí a las paredes y ya sabes, cosas en el aire— Kit pegó una risa nerviosa, casi confesando aquello—Problemas con alcohol y drogas— Y no sé cómo sentirme al respecto, no sé si puedo estar bien sabiendo que estoy dejando que se muera.
Eddie la miró en silencio, Kit era una chica valiente, pensó. Vaya que lo era, pues él no hubiera tenido agallas para hacerlo.
— No sé exactamente qué es lo que pasó contigo— Eddie conducía y hablaba de forma seria—Pero si te vas a sentir mejor haciendo esto, entonces te entiendo y está bien, todos afrontamos nuestros problemas de forma distinta.
Kit agradecía la comprensión del chico, ella lo miró, estaba de perfil, su cabello alborotado y su mirada concentrada en el camino era realmente un espectáculo para ella, Eddie Munson desprendía eso que ella necesitaba, que era probablemente vida, o energía, o probablemente esa atracción magnética, y a la vez, sabía que todas esas sensaciones sólo vivirían en su cabeza, porque ella jamás podría hacer un gesto que delatara lo que sentía.
