Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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— Creo que es mejor si volvemos,aunque sea de noche, me da miedo que llegue Rory. Sólo quiero dejarlo bien, asegurarme de que coma y que despierte con todos sus sentidos— Kit hablaba con Eddie en el marco de la puerta de la cocina— Limpiaré esto, y ordenaré la habitación de papá. La chica tomaba café mientras Eddie acariciaba su cabello— Nuestras mamás están de turno en la noche o eso escuché ayer ¿Te parece si hacemos algo divertido, podemos ver una película o simplemente conversar?— Ella preguntó sin tapujos— Me gusta cuando me abrazas.
Eddie sonrió, pero ella no lo notó.
— Siempre estoy disponible para ti—Eddie la miró a los ojos y le sonrió nuevamente—Es tierno cuando la propuesta viene de ti— los dos rieron.
Kit comenzó a ordenar la nueva casa de papá, tenía tres habitaciones, una era de él, otra se suponía era de Rory, y la otra ella quería creer que le pertenecía, pero también sabía que fácilmente él la podría haber borrado de sus planes. Eddie llamó a Liv para avisar su retorno en la noche, la mujer le dijo que ella estaba de turno y Angela al parecer igual, al menos con ese llamado las dejaba tranquilas.
El chico lavó la loza que estaba acumulada, limpió la cocina y sacó un sinfín de insectos muertos que adornaban la cerámica de la cocina. Kit ordenó la habitación de su padre, le puso un conjunto de sábanas nuevas, limpió con cloro, y hasta puso un aromatizante, después de unas tres horas de aseo intenso lograron dejar la casa en buenas condiciones, ambos estaban más que satisfechos con el resultado final.
— Si quieres podemos venir a pintarla en verano. En la bodega tenemos muchos colores sin usar— Eddie le sonrió a Kit— Por mí no hay dramas con eso— La chica le sonrió y lo besó.
Harry dormía en el sofá, sabían que despertaría quizá en media hora más, así que terminaron de hacer las últimas cosas, sacaron pertenencias del padre de Kit que aún permanecían en cajas, desde guitarras eléctricas, vinilos de todas esas bandas de Eddie amaba, cassettes y figuras de colección de Star Wars. Los chicos se sentaron en el suelo de la sala de estar, Kit apoyó su cabeza en el hombro de Eddie .
— En serio gracias— la chica suspiró— ¿Pedimos pizza?, creo que no tengo ánimos de cocinar— Eddie le sonrió.
...
Harry despertó, caminó hasta su cocina ahora reluciente y se tragó un litro de agua mineral que tenía guardada en la nevera, eructó, rascó su panza llena de cabellos pelirrojos y caminó hasta el comedor, ahí estaba Eddie y Kit, esperándolo para comer, sólo tenía resaca, y fue en ese momento cuando cayó en lo que realmente había pasado, le falló a Kit, había roto su promesa y ella continuaba a su lado, protegiéndolo, como si él fuera un rockstar y ella su guardaespaldas. El chico de cabello alocado, o así le decía Harry, se veía cariñoso con su hija, y le gustaba la presencia de Eddie en la vida de Kit.
— Ven a comer algo, Harry— Eddie recordó que el hombre no quería que lo tratasen de usted— Hemos encargado pizza.
