Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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— Estoy tan feliz de verte — Kit estaba con Eddie en su habitación. Eddie la miraba directamente a los ojos.
— ¿Qué harás ahora?— preguntó— Es decir, te quedarás acá conmigo obviamente , pero...tu familia te buscará y lo sabes, ellos no se quedarán tranquilos, pero yo te cuidaré—Eddie la abrazó—Me tienes para siempre a tu lado, no te dejaré sola— ¿Qué harás con las clases?—Eddie la miró detenidamente.
— No iré, si lo hago, sabrán donde encontrarme— la chica estaba nerviosa, incluso tenía ganas de vomitar por eso, pero sabía que valía la pena, pues sospechaba de que Roger intentaría meterle pastillas a pito de nada, sólo para dejarla en casa sin poder hacer algo, sabía ella que estaba en desventaja frente a él, y simplemente prefería huir.
...
— Se escapó— soltó furioso Roger—De seguro se ha ido con ese chico Munson—estaba molesto, Angela fumaba de los nervios, no quería que su hija pagara demasiado caro las consecuencias.
— Ella llegará—Katherine le restó importancia— ¿Qué no ves que sólo quiere estar con su novio?Sinceramente no veo el pecado en eso, es decir, ustedes dos no sé por qué motivo le quieren cambiar el chico. Pues si yo tuviera la oportunidad de estar con un chico como él, también la tomaría— la chica soltó sin más y su padre la fulminó con la mirada.
— Ella debe aprender a ser un poco más responsable— soltó el hombre— Quiero ayudarle en la vida, y Angela sabe que es así—el hombre soltó molesto y la mujer asintió.
— ¿Entonces qué haremos?— Preguntó Angela, dubitativa, nerviosa, preocupada por su hija, ni ella sabía los planes de Roger para Kit.
—Esperaremos que vuelva— el hombre soltó— Si no se aparece por casa en los siguientes dos días, habrá consecuencias. Ella sabe que con esos arrebatos de niña malcriada no llegará lejos, y pues si piensa que lo tendrá todo gracias a ese metalero bueno para nada, está equivocada.
Katherine puso sus ojos en blanco al escuchar a su padre, sabía que él haría todo lo posible para crear a una chica perfecta a partir de Kit, y esos eran sus planes verdaderos, ya que ella, no le podía entregar lo que él quería, pero Katherine intuía que Kit Anderson era una chica ágil y no se dejaría atrapar con facilidad, eso la dejaba un poco más tranquila.
¿Pero qué pasaría si no llegaba en el plazo que su padre daba? Se preguntaba, y de eso tenía miedo, ¿Le haría lo que a Crystal, su hermana mayor?
...
— Ellos saben que estás acá, ¿Supongo que lo sabes verdad?—Eddie le preguntó. Ambos estaban recostados en su cama, Kit usaba una playera de él, acariciaba a Mustaine y Eddie dejaba rastros de sus caricias en los muslos de la chica. Ellos eran felices de esa forma, y es que amaban esa evolución entre ellos, pasar de las conversaciones incómodas, donde él era una piedra en el culo, a llegar a amarse en todo momento, Eddie jamás hubiera imaginado el tenerla en su cama y deseando que ambos se hicieran eternos ahí.
