Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
— No puedo creer que seas tú— Cuando terminaron, Eddie se bajó del escenario y corrió donde sus amigos, Kit no entendía qué pasaba y a muchos les llamaba la atención de quién era esa chica pelirroja a la cual Eddie sonreía.
Kit corrió entre la multitud, zafándose del agarre de Eddie, después de un año nada había cambiado entre ellos, Peter y Kat se quedaron mirando, odiaban ser los amigos que sobraban, pero aquello era un hecho.
— Quizá deberíamos ser novios— Soltó Kat a Peter, Peter se encogió de hombros— ¿No te parece un poco patético ser el que siempre sobra? ¿O tienes novia en Hawkins?....Sabes, mejor olvídalo, no quiero problemas— Peter sólo la observaba con sus grandes ojos azules. Katherine siempre hablaba de sobra y aquello le parecía gracioso incluso.
...
Se alejaron de la multitud, la gente seguía disfrutando de la música, Eddie corría tras Kit, quien sólo quería esconderse en algún sitio de por ahí. Era estúpido, pero tenía miedo, ¿Y qué pasaba si Eddie tenía novia? Aunque le había lanzado un beso al aire, eso era un buen indicador, quizá él seguía por ella, pero había pasado un año desde que se dieron un último beso, en aquel muelle, fue un beso entre lágrimas, con un sabor salado, no fue un beso dulce como los que solían darse todo el tiempo. Una vez que ya estaban lo suficientemente lejos Kit paró y se sentó en una vieja banca, Eddie sonrió al notar que Kit no había cambiado en nada durante ese año, tenía su cabello más largo, pero seguía usando jeans holgados, y poleras con estampados graciosos, o de películas, usaba vans azules, extrañaba tanto eso, su perfume, o sentir su cabello sedoso entre sus dedos largos.
— Kit...— Eddie logró llegar donde ella— ¿Por qué has corrido?— La chica lo miró con sus ojos azules, estaba nerviosa, más que antes, si fuera por ella, podría partirla un rayo en ese preciso instante.
— Porque te vi y no lo tenía en mis planes de hoy. Te tuve en los planes de todo el año, pero no pensé que así, creí que te vería de una manera menos pública.
— ¿Cómo has estado?— Eddie se sentó a su lado. Quería abrazarla, pero estaba segura si aún tenía el derecho de tocarla como lo hacía antes. Kit quería que Eddie la abrazara, o la besara de la nada, lo necesitaba, quería que así fuera.
— Sólo voy a la universidad— la chica respondió— Y creo que tú estás más que bien— Kit lo miró.
— Igual es agotador, aunque no lo creas—Eddie le sonrió inocentón. Pasó su mano por su cabellera, y Kit notó un anillo en su dedo anular izquierdo, Eddie notó que los ojos de Kit se posaron en su mano— No me he casado— soltó una risita— Si es lo que has pensado— Kit se sonrojó, aquel fatídico escenario le resultaba tan cruel y desgarrador, pero su corazón se alivió tras la rápida excusa que Eddie, que tenía sentido.
Kit lo miró descaradamente y lo atrapó en un abrazo, Eddie cedió ante las caricias de Kit, hundió su rostro en su cuello y respiró cerca de su oído.
