Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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— Vamos a casa— Kit habló y Eddie tomó su cintura antes de salir del tráiler.
— ¿Qué pretendes con todo esto?— Kit le sonrió, ella sabía perfectamente de ese juego que ambos tenían— ¿Pretendes que siga adelante cuando te tengo a mi lado?—Eddie resopló
— Tengo sentimientos Kit, y me cuesta esconderlos.
—¿Y cuál será la solución a todo esto?— Kit se cruzó de brazos frente a él.— A veces creo que las cosas ya están demasiado mezcladas. Se supone vine a refugiarme de los problemas, y creo que los he encontrado aún más— Eddie sintió un poco de tristeza al escuchar eso, no quería ser un problema para Kit.
— ¿Esto es un problema para ti?— Eddie la miró, le sonrió de manera sutil . Kit pensaba que esas sonrisas estaban de forma natural en él, siempre lo hacía, el pueblo podría partirse en dos a causa de un terremoto y él tendría sonrisas para regalar.
— ¿Con esto te refieres a nosotros?— Kit se cruzó de brazos— Eres lindo Eddie, pero ... no necesito que abuses de lo adorable que eres— la chica se sonrojó— Tienes novia y creo que no podría volver a besarte si es que estás con ella. Tampoco te pido que la dejes por mí.
— Vale, pero tú estás con Peter— Eddie intentó defenderse.
— No es lo mismo, sólo hemos tenido una sola cita— Kit dio su mejor argumento— Además, no estoy segura si le gusto realmente o sólo me ve como una masa color rosa a la cual sólo quiere abrazar— Eddie rio— De seguro es lo mismo que sientes por mí.
— Estás loca— Eddie negó, como si la chica hubiera contado el mejor chiste de todos. Eddie se acercó peligrosamente a ella y le hizo una mueca graciosa. Kit pensaba que Eddie era de las cosas más extrañas que le había tocado ver, pero a ella nunca le gustó la normalidad. El Halloween pasado se había disfrazado de Chewbacca y muchas chicas le quedaron mirando raro— Tú no sabes lo que provocas en mí, pero te hallas muy poca fe . Es decir, eres realmente muy linda, y te miras en menos , eso me da pena, si tan sólo pudieras verte de la forma en que yo te veo...— Eddie suspiró, sabía que no iba a cambiar de parecer a Kit respecto a cómo ella se veía. Sabía que la chica tenía problemas de autoestima, y eso le generaba tristeza— Si tan sólo fueras consciente de que amo cómo se marcan tus hoyuelos cuando te ríes— Eddie sonrió y miró al piso— No quiero ponerte incómoda con tanto palabrerío, es sólo que me gusta hacerte saber lo linda que eres.
Kit lo estaba mirando fijamente, su corazón latía, y si ella tan sólo fuera distinta, se hubiera lanzado sobre él y lo hubiera besado en ese mismo instante, igual que ese beso en el carro de Eddie, pero incluso más intenso.
Si sus compañeras de la secundaria donde solía estudiar vieran que la mismísima Kit Anderson coqueteaba con un chico como Eddie Munson, hubiera sido la más envidiada, pero lamentablemente no podía jactarse de aquello, pensaba en que quizá si se hubiera armado de un buen compañero como Eddie desde el principio no hubiera vivido lo que vivió, y es que muchas veces las cosas buenas tardan en llegar un poco más.
