Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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Sus madres ya sabían, y ellas dentro de todo, los dejaban raltivamente libres , pues sólo estaban en casa y ellas amaban pasar tiempo juntas, y hacer panorama de adultas jóvenes, como encerrarse a tomar rosé y conversar de la vida y de sus hijos, por eso esa noche decidieron hacerse a un lado y dejarlos solos con sus amigos, ellas ya estaban demasiado tentadas con su panorama de día sábado.
Kit se miraba al espejo ¿Era lo suficientemente linda o al menos tenía lo más mínimo para que alguien pudiera notar que ella estaba ahí?.
Su puerta estaba entreabierta, sin intención de dejarla así. Eddie pasaba por el pasillo, estaba tarareando una canción, estaba completamente distraído, pero se topó con Kit a lo lejos, ella se miraba al espejo, hacía como si se probara aros y hacía caras graciosas, él sonrió al verla así ¿Podía ser distinta estando sola?
Levantó sus brazos para amarrar su cabello en una coleta, su suéter se subió y dejó al descubierto su vientre, fue algo estúpido, algo incluso psicópata por parte de él, pero se quedó ahí viéndola, y fue tan extraño conocer su piel, y algunos lunares que adornaban su piel blanca. Eddie sintió calor en su cara, y pasó a carraspear, caminó rapidamente al baño y tomó agua, ¿Era pecado mirar a otra chica?
...
— Hola viejo— Entró Peter con cervezas y le estrechó la mano a Eddie, a los segundos apareció Oliver, quien ya estaba drogado y al final entró Maddison, con su cabello brutalmente rojo, vestida de negro, con un escote casi perfecto. La chica besó a Eddie, Kit aún no bajaba , estaba nerviosa, nerviosa de Maddison y de Peter en cierta forma.
— ¿Por qué no nos has llevado a tu tráiler?— preguntó la chica con cierta agresividad, Eddie suspiró.
— Bueno...es por— Eddie en el fondo sabía que era por Kit, no podía llevarla a ese lugar sin antes ordenarlo un poco, él sabía que no era lugar para una chica como ella.
— Ah, por la inadaptada— se burló al chica— Y hablando de ella ¿Dónde está?
— Vamos Maddison, no seas así— Peter sonrió, en el fondo él quería volver a verla.
Estaban sacando cervezas de la nevera, cuando ella pareció, usaba sus clásicos jeans holgados y una polera amarilla. La chica miró al piso, tenía miedo, pero del miedo como de terror, sino de ese miedo de hacer el ridículo, ella sentía que todos ellos estaban por encima suyo, sobre todo Eddie,de quien estaba seguro la veía como un bicho raro.
— Hola a todos— saludó en general y todos hicieron lo mismo. Salvo Peter, el chico rubio quien se acercó a ella. Eddie lo vio a lo lejos.
— ¿Qué tal tu día?— le dedicó una sonrisa y ella lo miró de reojo.
— Pues bien— Kit tragó saliva y respiró.
— ¿Eddie ha sido agradable contigo?— Peter preguntó en un tono divertido, le extendió una cerveza y ella aceptó, al menos hablar con él no era una tortura.
