Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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Desde ya pido disculpas si se me arranca un Frankie, la costumbre.
Eddie puso algo de Black Sabbath en el camino, Kit miraba por la ventana del auto, cerró sus ojos.
¿Cómo hubiera sido ella si es que no hubieran dejado entrar a ese tipo en casa? Había hecho todo lo posible por bloquear esos recuerdos, y es que tan sólo recordar su cara le generaba asco.
— ¿Por qué tan callada?— Eddie preguntó sin más.
— No sé— al chica tragó saliva— Perdón en serio si no hablo demasiado, es sólo que ... supongo que el silencio es lo mío— Eddie la miró sin que ella lo notara.
— Oh claro, entiendo— Estaba buscando donde estacionar el auto— ¿Todo bien con pasar a comer? Veo que no comes mucho en casa.
Kit suspiró, quería nuevamente cerrar el gorro de su hoodie en su cara y quedar sólo con la nariz descubierta, pero no podía hacer eso.
Llegaron al lugar, estaba a la salida del pueblo, pero no tardarían mucho en llegar a casa. Eddie fue el primero en bajar del auto, y ella lo siguió, estaba helado, el aire estaba helado, Eddie estaba probablemente más abrigado que ella, pero no iba a demostrar que necesitaba de él, así que apresuró su paso, Eddie no la estaba esperando. Para Kit era tan abrumador pasar tiempo con él, Eddie era un chico demasiado guapo y entendía por completo a Maddison. Pensaba en que si ella hubiera tenido otra personalidad, probablemente intentaría ligar con él, pero ella era lo que era, y estaba lejos de ser el tipo de Eddie, quizás estaban más cerca de una mala relación de que una buena, Eddie Munson no tenía idea de cómo tratar a una chica como ella, y no es que Kit Anderson sea una chica de otro planeta, pero de cierta forma, ella tenía menos habilidades sociales que otras chicas, y quizá por eso fallaban en la comunicación, ella no podía transmitir todo, y él no podía captar todo, además, nunca estuvo en mayor relación con el sexo femenino, salvo por Maddison, pero ella era una cosa fuera de la regla, Maddison era bestial, era inlcuso agresiva y Eddie juraba amarla más por miedo a dejarla que por otra cosa, aunque tampoco se quejaba de los buenos momentos.
Ella estaba sentada frente a él, Eddie pidió una hamburguesa doble con tocino y queso cheddar, Kit pidió lo mismo.
Eddie revisaba la carta y ella estaba inmóvil, juguetaba con la bombilla que le habían dejado en la mesa, jugaba con las mangas de su hoodie, él la miraba más por nervios que por verla a ella realmente.
— ¿Estás bien?— Eddie la miró de reojo.
— Claro— la chica tragó saliva—Mamá no sabe que estoy acá ¿No se molestarán con nosotros?
— Kit, sólo hemos venido por comida, que además fue idea tuya— Eddie sonrió.
— Pues gracias a mí tu novia no se ha muerto en su vómito— la chica fue directa— Merezco mi hamburguesa— Eddie sólo asintió— ¿Ella es siempre así?
