Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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Era un nuevo día, y Kit estaba agradecida de las buenas intenciones de Eddie en acompañarla a ese lugar, y a pesar de no querer creer en las palabras de Maddison, tenía tanto miedo de que aquello fuera real. Eddie jamás supo de aquella conversación entre ambas. Cuando lo veía de reojo manejando, Kit quería olvidar todo eso que la chica le había dicho, y sólo quería concentrarse en él, en sus manos sobre el volante, con sus anillos, sus tatuajes, aquello era una imagen que podría atesorar por el resto de su vida.
— ¿Por qué andas tan callada?— Eddie le preguntó— Sé que Maddison es la razón, créeme que no contaba con su visita. me ha tomado por sorpresa como a ti— Eddie carraspeó y la miró esperando una respuesta.
Kit usaba una polera a rayas color rojo, jeans y vans a cuadros, ¿Era eso suficiente para hacer que Eddie se enamorara de ella y dejara de pensar en Maddison? Kit sabía que las relaciones no son carreras y que no hay forma de ganar un amor, Eddie no era un premio, pero ¿Y si Maddison tenía razón?
Esa mañana antes de salir Peter la había llamado por teléfono a la casa de Eddie, la invitó a salir en la noche, y de ser por su corazón, ella esperaría por Eddie, para que llegue en medio de la noche a recostarse a su lado, pero ¿Era justo negarse la oportunidad de conocer a otra persona por alguien que no quiere salir de un hoyo? Porque Eddie no le daba señales de querer dejar a Maddison ¿Y qué haría Kit? ¿Llorar por Eddie hasta secarse? pues no contemplaba llorar por alguien, menos por un chico que apenas llevaba conociendo, y que de no ser porque llegó precisamente a su casa, jamás hubieran cruzado una palabra.
Esa noche en que Maddison entró donde Eddie, ella escuchó sonidos de besos, y acordaron salir en la noche, esa misma noche en que Kit saldría con Peter, y Eddie no se pronunciaba en decirle algo, ella esperaba el momento para lanzar su bomba.
Seguían en el carro de Eddie y la pregunta seguía abierta para Kit.
— Al final es tu novia, no te culpo si llega a tu pieza y se agarran a besos— Kit no lo miraba a los ojos.
— No me siento orgulloso y lo sabes— Eddie resopló.
— No sé cómo es que puedes ser tan idiota pero a la vez el chico más lindo que he visto— La chica escupió de forma amarga, Eddie se sonrojó, nunca nadie lo había insultado y a la vez dicho algo lindo al mismo tiempo— Y bueno, te agradezco esto que haces por mí, dejando de lado el que puedas romper mi corazón en un abrir y cerrar de ojos— la chica lo miró.
— Cuando digo que me preocupo por ti, es en serio—Eddie miraba el camino— Sé que no quieres más esto.
— ¿Esto qué?— la chica preguntó de mala gana. Recordaba lo de la noche anterior y sentía impotencia— ¿Qué juegues a dos bandos? ¿Qué me hables bonito sólo para caer ante ti?
— ¿A qué quieres llegar con todo esto? No me digas que Maddison te ha dicho algo.
— Ayer tuvimos un intercambio de palabras— Kit soltó casi con ganas de llorar y se sentía tan mal por aquello que estaba pasando. ¿Cómo podría fingir que todo podía ir normal en su vida? ¿Cómo podría salir en la noche y verse con Peter siendo que ella se moría en silencio por Eddie?— El chico frenó.
