Invisible String (Eddie Munson) TERMINADA ✔️

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Kit estaba inmóvil al sentir los brazos de Eddie, ella no recordaba el libro de esa forma.

— ¿Qué haces?— la chica preguntó entre risas y Eddie se puso frente a ella.

— Me gusta verte sonreír, siempre pareces molesta o triste— el chico la miró— Pienso que has pasado por mucho y que no debe ser fácil estar en tu lugar. Tampoco te exijo que me cuentes tus cosas, al final sólo soy un desconocido— Eddie la miró y ella sentía que podía derrumbarse ahí mismo.

Mientras Eddie la sostenía en sus brazos ella se preguntaba por qué el hacía eso, ¿Era simplemente por hacerla sentir bien? Evitaba pensar demasiado las cosas y por qué todo se suponía debía tener una explicación, pues no le hallaba sentido a que un metalero de veinte años la abrazara con la excusa de ser pennywise, eso probablemente no tenía una intención amorosa.

Llegaron a casa con los pies húmedos, dejaron sus impermeables en el patio delantero, entraron en silencio, esos silencios que quemaban a Kit, pero Eddie de igual forma le sonreía a lo lejos, le dedicaba su hilera completa de dientes, y ella lo miraba , pensaba en lo del bosque, de seguro soñaría con aquel abrazo, si eso pudiera borrar sus pesadillas con Rory, rezaría todas las noches para que Eddie vuelva a tenerla entre sus brazos y sentir su calor, y ese aroma especial y dulce que emanaba.

Esa noche Kit estaba en su cama, recién bañada, amaba eso, sentir su cuerpo limpio en una cama cómoda antes de dormir. Usaba un pijama de pantalón escocés color rojo y una polera gris de Scooby Doo. Se hizo dos pequeñas trenzas antes de ir a la cama, Eddie nuevamente pasó a verla por entre medio de la puerta, sonrió al verla haciendo eso, y es que tenía un aire tan infantil, pero a la vez era fría, que incluso lo desconcertaba y no sabía qué pensar de ella.

¿Y si ella era así porque él tenía esa apariencia tan hostil ?

Siguió su camino y se fue a la cama, Mustaine lo siguió y juntos lograron conciliar el sueño.

— Él es Rory—  Su padre le presentaba a su hermanastro, en pocas palabras era como el tío de Kit.

Ella tenía quince, él llegó con sus ojos verdes y su cabello rubio,  no era un tipo feo, pero algo tenía que espantó a Kit desde el momento en que lo vio, quizás esos ojos de depredador que comenzarían acecharla día y noche.

— Te ves linda cuando te enojas—  Rory estaba en el marco de la puerta de su habitación. Kit caminó con fuerza donde él e intentó cerrar la puerta, pero Rory sostuvo su mano y la llevó hasta su cama, Kit como pudo encontró un lápiz y lo enterró en su mano.

La chica despertó sudando y con náuseas, pensar en esas cosas constantemente le hacían sentir peor. Llegó al baño, tomó agua, se miró al espejo, estaba pálida y cerró sus ojos, recordó el abrazo de Eddie en el bosque, ella con impermeable amarillo, las manos firmes de Eddie sobre ella, su respiración se normalizó, estaba bien, estaba a salvo, estaba en su sitio. No estaba con Rory.

— Genial Kit, creo que puedes lidiar con esto—  la chica se habló en el espejo y retornó a su cama.

...

Kit sabía que había llegado en buena época a la escuela, pues estaban en marzo, y eso significaba el comienzo de las vacaciones de primavera, que duraban tres semanas, y eso significaba un descanso de la escuela. Ese era el último día, ella había alcanzado a ir sólo uno, y aquello le servía sólo como de presentación para volver. Ese día pasó más que rápido,  y no alcanzó a notar cuando ya estaba afuera de la escuela, no había visto a Eddie en todo el día, y cuando salió lo vio junto a Maddison, ella intentó caminar por el lado de ellos, no quería verlos, no quería posar su vista en Eddie.

— Hey, Kim— habló Maddison, a Kit le llamó la atención que naciera de ella hablarle. La chica se volteó, usaba trenzas desordenadas, su piercing en el septum le había ver incluso más agresiva, cosa que no era así.

Eddie pasó su mano por su rostro, no creía que vería a Kit antes de llegar a casa, y eso le generaba un problema.

—  Es Kit—  le corrigió Eddie al oído y Maddison le restó importancia.

—  ¿Por qué no te quedas con nosotros?—  la chica tomó a Eddie de la mano y caminaron hasta Kit, Eddie evitaba a toda costa el contacto visual con la chica, y ella se sentía tan mal por dentro, pero ¿Qué podía reclamar?¿Tenía el derecho de algo? Era lo suficientemente madura como para darse cuenta de que Eddie sólo le trataba así para hacerla sentir bien, porque a nadie le gusta convivir con una chica al borde de la depresión y con etapas sin superar.

—  Estoy cansada, creo que mejor otro día nos vemos—  miró al piso, no quería que Eddie viera esa cara de tristeza, tampoco quería hacerle creer que ella estaba loca, simplemente Eddie Munson le hacía sentir bien, y creía que ella podía ser especial para él, pero incluso él se lo había aclarado, aquello era algo netamente platónico.

Kit acomodó aún más su mochila y caminó más rápido de lo que tenía planeado, entró a la casa, saludó a lo lejos a su madre y la de Eddie y se encerró en su cuarto. Mustaine estaba en su cama, lamía su pelaje, y ella no sería tan mala como para echarlo de la cama, así que simplemente se tumbó al lado del gatito, le dio un besito suave y comenzó a acariciarlo, no salió si una sola lágrima de sus ojos,  se contuvo de hacerlo, se sentía tonta por pensar tan sólo en llorar por Eddie, si al final de cuentas, él no era nadie, un simple conocido.

Se puso sus audífonos y se durmió, no tuvo pesadillas, y la madre de Eddie fue a verla pero no quiso despertarla, pensó que había sido un día duro, que era mejor dejarla descansar, y la verdad es que Kit hacía incluso más vida nocturna, se despertó a las tres de la mañana, desorientada, con sueño, dolor de cabeza y hambre, vio la hora en su reloj y cuando salió de su cuarto, notó que todos dormían, bajó por un paquete de galletas y un vaso de leche, intentó hacer el menor ruido posible, y cuando iba pasando por fuera de la habitación de Eddie la puerta se abrió, y su corazón se aceleró, pero después notó que era Maddison quien salía de la puerta y no él, lo peor es que la chica usaba una playera de Munson, y le hizo un gesto de que debía guardar silencio, Eddie salió a los segundos y vio aquella escena, Kit lo miró a los ojos, había un brillo especial, él sabía que ella había notado que habían pasado la noche junto a Maddison, y que ahora ella salía a escondidas de la casa.

Kit siguió caminando hasta su cuarto, cerró la puerta un poco más fuerte que lo habitual y se sentó a comer galletas en el piso de su cuarto, no sabía precisamente cómo sentirse, o cómo actuar en un momento así. Ni ella entendía qué le pasaba, y es que quizás sólo estaba confundida.

A los minutos sintió que alguien tocaba su puerta, sabía que era Eddie, y sabía también que no tenía motivos para no abrirle, pero por otro lado, sí, estaba celosa de Maddison, y lo peor es que no podía reclamar nada, porque Eddie Munson no era de ella, y tampoco creía posible que él fuera a las tres de la mañana a dar explicaciones por algo de lo cual no debía sentir culpa.

A final de cuentas, los novios eran ellos, y Eddie se la podía coger las veces que quería, ella podía simplemente hacerse invisible y Eddie seguiría siendo el mismo.