Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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Kit y Eddie se sentaron en la mesa, estaban junto a Angela y Liv , estaba decorado todo muy lindo, había un florero con tres girasoles, vino blanco, y aquello era sospechoso, los almuerzos normales eran con jugo o leche, platos distintos, y el ketchup nunca faltaba, Eddie comía todo con eso, faltaba que sólo a los hotcakes le pusiera, y eso a Kit le causaba gracia.
Ambos pasaron a la mesa, Angela estaba callada, Liv miraba a su amiga, ambas sabían que algo pasaba pero no querían decirlo. Eddie miró de reojo a Kit, estaba nervioso, pues temía que ellas supieran algo de los dos.
— Iré a ver una cosa ¿Kit me acompañas?— Eddie habló en un tono extraño.
— No se demoren mucho— Liv les advirtió y Kit se paró de la silla para seguir a Munson.
Caminaron hasta la habitación del chico.
— Oh mierda, estoy segura que escucharon algo de anoche— Eddie se paseaba de un lado a otro. Kit palideció por completo, sintió pánico, no estaba preparada para ser encarada por coger en un techo familiar de respeto.
— Vale pero, me has tapado la boca, no gritamos...la cama apenas sonó. Debieran de tener superpoderes para que supieran lo que pasó entre nosotros— la chica estaba más que nerviosa, sintió dolor de estómago y ganas de vomitar.
— Ya sólo relájate— Eddie tragó saliva— Nosotros bajaremos con una sonrisa, echaremos un par de bromas, te reirás de todo lo que diga, fingiremos amistad, ¿Entendido? Si nos dicen que escucharon ruidos, les diremos que hemos encontrado una araña en mi habitación, le diremos que es una loxoceles y ya.
— ¿Una loxo qué?— Kit no entendía qué quería decir.
— Cuando niño me leía un libro sobre arañas, a veces las llamo por su nombre científico. Una araña violinista—Eddie habló gracioso y Kit esbozó una sonrisa en su rostro.
— Eres raro, Edward.
— Me gusta cuando me dices Edward, es no sé, ardiente— Eddie coqueteó con ella y Kit movió su cabeza.
— Es mejor que bajemos— la chica se dirigió a la puerta y ambos salieron. Eddie seguía los pasos de su chica y ambos llegaron al comedor de la casa, su madre y Angela los esperaban, Kit y Eddie pasaron y tomaron sus respectivos asientos, había silencio, y era todo muy extraño, es como si hubiera realmente una noticia de alto impacto.
— ¿Vale y cuándo vamos a comer?— preguntó Eddie en vista de que nadie iba por los platos, pero más le llamó la atención el notar que había un quinto puesto en la mesa— ¿Esperamos a alguien?— Liv miró a Angela y Angela miró a Kit, Kit miró a Eddie y Eddie miró a Mustaine, fue una cadena de miradas incómodas— ¿Le has puesto un lugar a Mustaine, mami? Qué considerada— Eddie le sonrió a Liv.
— Eddie, no, y no es momento para bromas— Liv miró a su hijo con serenidad. A los minutos tocaron el timbre, Angela se paró de inmediato, caminó hasta la puerta y abrió, pasó un hombre que no superaba los 45 años, cabello rubio como el sol, ojos marrones, contextura media, se veía elegante, le sonrió a la madre de Kit, él hizo un saludo en general, miró a Eddie de pies a cabeza, aquello fue extraño , no fue una mirada discriminatoria, pero sí fue como: Genial, un freak.
