Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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''Tu espalda bajo el sol, quisiera poder escribir mi nombre en ella'' — August, Taylor Swift.
...
— Me gusta que seas obediente— Rory tenía sus labios cerca de los de ella.
— No me vas a tocar— kit escupió directo en su cara.
— Me encanta cuando haces eso— Rory susurró en sus labios— Me imagino lo que debe sentirse estar entre tus piernas y conocer ese infierno que tienes— El chico posó sus manos sobre su pantalón y ella como pudo se lo quitó de encima. Esa noche corrió como nunca , llegó donde Gwen, su amiga, pero ella no le prestó atención, siempre creyó que Kit jugaba a dos bandos y que le gustaba meterse en la cama con Rory, y odiaba que Kit jugara sucio con Matt, porque era realmente muy buen novio.
Esa noche Kit volvió a las tres de la mañana a su habitación, su madre estaba de turno en el hospital, Rory siempre escogía esos días, donde ella no podía defenderse.
...
— ¿Y qué dices?— Eddie había preferido olvidar lo de la polera de Peter. Kit pensaba que era otra invitación para que Maddison fuera como siempre, protagonista de la historia. Eddie se vería realmente infernal con ese look, con esa chaqueta, con su cabello desordenado y su sonrisa , le encantaba la forma en que se apoyaba en su puerta, le gustaba imaginar que Eddie pudiera verla cuando deja su puerta entreabierta, y eso era a la vez tan pecaminoso, pues Eddie tenía novia, y ella no merecía eso, pero a la vez, no podía frenar esos impulsos.
—Vale, me parece bien— Kit aceptó la propuesta.
— Te espero en diez. Por cierto...es sólo entre nosotros— Eddie soltó aquellas palabras y salió, Kit quedó inmóvil en su habitación. Ese día había tenido un sueño asqueroso en el cual Rory hacía de las suyas por las noches, soñó cuando nadie le creía, ni su novio ni Gwen, y es que no le deseaba a nadie su experiencia, pero si tan sólo ellos lo hubieran vivido, probablemente se hubieran comportado a la altura de la situación y no la hubieran dejado sola.
...
— ¿Qué tal el lago con Eddie? Jugaste a ser novios de seguro— Oliver habló con ironía, nuevamente se habían juntado a lo de siempre, sexo.
— Ya basta Oliver— Maddison sacó un poco de ese polvo blanco e hizo lo de siempre. Oliver le acompañó, si había algo que Maddison realmente apreciaba del chico, era que la acompañaba en las drogas más duras, cosa que Eddie no hacía, él a lo más fumaba hierba y a veces un par de cosas no tan nocivas, pero en la cocaína nunca la acompañó.
— ¿Por qué no le dices y ya Maddison?— Oliver se acercó a ella e hizo que lo mirara a los ojos.
— Es mi novio y lo amo ¿Me entiendes?
— Si lo amaras no vendrías corriendo donde mí cada noche— Oliver soltó con amargura— ¿Coges con él?
— Qué pregunta tan estúpida, es mi novio. No lo tengo de adorno— la chica se molestó— Claro que lo hacemos.
