Eddie Munson vive con su madre, tiene amigos y una relación que lucha por salir a flote. De la noche a la mañana una madre y su hija, Kit, llegan a vivir bajo su techo. Kit carga con un mal pasado familiar , su padre es un alcohólico y drogadicto...
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La casa era enorme, estaba a las afueras de Hawkins, en un sector de gente adinerada. Kit estaba en el carro, Katherine iba a su lado , retocaba su maquillaje y apenas la miraba. Angela se daba miradas fugaces con Roger y Kit veía aquello, era vomitivo, ¿Acaso su madre no pensaba con la cabeza?
— ¿Por qué tan callada Kit?—Preguntó el hombre, Katherine intentó reírse un poco, pero no quería que su padre la regañara.
— ¿Es una broma?— respondió la chica y se puso sus audífonos. Llegaron a la casa, bajaron sus maletas y Kit suspiró, tuvo que alzar su vista para poder contemplar la casa donde tendría que vivir ¿Que si se sentía una indigente?Probablemente sí.
Llegaron dos hombres mayores, quienes llevaron las pertenencias hacia la casa. Roger caminó hasta la puerta y de ahí salió una mujer, y por su vestimenta, que era casi un uniforme, Kit asumió que era la encargada del aseo.
— Bueno, ellos son Otto, Pietro y Anne— el hombre los presentó con elegancia— Gracias a ellos, todo en casa funciona de maravilla, así que sólo debes llamarlos para lo que necesites—el hombre vivía casi en un mundo surrealista, pues aparte de ser el único psiquiatra de la zona, tenía unos libros de su área, y encima empresas, cosa que le generaba una gran fortuna.
Angela tomó la mano de su futuro esposo y juntos entraron a la casa.
Katherine le tiró el abrigo a Otto, pues él sabía que debía colgarlo y Kit miró aquella escena con asombro. Ella pasó mirando al piso, evitando las miradas de los trabajadores, no acostumbraba a tratar así a las personas. Era día domingo, Anna la guió hasta su nueva habitación, y recordó cuando conoció a Eddie, él le dijo que había pintado la habitación color rosa para ella, y en ese momento no lo supo apreciar. Ahora una mujer le mostraba la habitación más elegante en la que KIt pudo entrar alguna vez.
— Cualquier cosa que necesite,puede avisarme señorita Kit— la mujer le sonrió con amabilidad y Kit la miró extraño.
— Sólo dime Kit—la chica le sonrió—No soy precisamente como las personas en esta casa— la chica miró a su cuarto nuevo, con una cama gigante, muebles blancos, un closet enorme, un lindo balcón.
Durante el día no habló con nadie, era de noche y no bajó a cenar, su madre pensó que estaba cansada, había sido un día agotador y no quiso ir a molestarla. El lunes sería su primer día de clases en su nueva escuela, una escuela pagada, de niños ricos y Kit sólo quería que alguien llegara a su rescate, sólo pedía sobrevivir a ese lugar, o simplemente no podría soportarlo. Tenía miedo de lo que pudiera pasar con los días.
...
Salió de la ducha, secó su cabello pelirrojo, fue a la cama y cogió el uniforme, falda gris, blusa, corbata y blazer burdeo, al igual que sus calcetas. Se miró al espejo y suspiró, Kit quería ir a la secundaria de Hawkins, estar con Eddie, verlo en la cafetería con el Hellfire Club, no quería estar ahí, tan ajena a todo, se sentía como una estúpida y tenía tanto miedo de que todo resultara mal, y es que las probabilidades eran altas. Bajó lentamente las escaleras y se encontró con su madre, Roger y Katherine tomando desayuno, Kit suspiró y se sentó junto a ellos, sin saludar, sin mirarlos a los ojos.
