Capítulo 114 "Un beso con aroma a ajo"

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El primer día de vivir juntos, Xiao Jiashou, que acababa de despertarse, tardó en comprender dónde estaba. Al mismo tiempo, Ji Mian abrió los ojos y dijo con voz ronca: "Xiao Shu, ven aquí y deja que te abrace". Extendió una mano y Xiao Jia Shu, naturalmente, levantó la cabeza y la apoyó en su brazo, mirando al techo aturdido.

"Date la vuelta y mírame". Ji Mian habló una vez más.

Con una sola orden y un solo movimiento, Xiao Jiashu se giró lentamente de lado para mirar a Ji Ge, frotándose los ojos con ambas manos, con la somnolencia de haberse despertado aún presente en su rostro.

Fue entonces cuando Ji Mian se sintió mejor, con una de sus manos rodeó los hombros de su amante, empujándolo hacia sus brazos, mientras con la otra mano se introducía en el holgado pantalón del pijama y frotaba su silencioso punto donde reaccionaba como respuesta. Al igual que Xiaoshu ansiaba su atención en todo momento, también era muy posesivo con él, siempre quería abrazarle por la mañana al despertarse, y tenía que ser cara a cara, para poder mirarle a los ojos y besarle en los labios al menor acercamiento, para poder controlar su cuerpo más fácilmente.

Xiao Jiashu fue arrastrado a un torbellino de deseo por Ji Ge antes de estar completamente despierto, sus mejillas teñidas de dos rubores, como si estuviera borracho, algunas lágrimas de cristal en sus ojos, con un aspecto un poco lastimero y un poco lindo, su nariz zumbó suavemente unas cuantas veces, como si estuviera cómodo hasta el extremo.

Extendió la mano y abrazó a Ji Ge con fuerza, las yemas de sus dedos arañaron su espalda durante unos instantes antes de quedar completamente inerte, enterrando su cara en el pecho de Ji Ge y jadeando con fuerza. ¿Así es la vida de convivencia? Dormir bien por la noche, comer bien por la mañana, dos, tres o incluso cuatro comidas al día no era un sueño, ¡esto era impresionante!

Estaba confundido en sus pensamientos cuando escuchó a Ji Ge reírse por lo bajo, una risa que le hacía vibrar el pecho.

"Ji Ge tienes una sonrisa tan bonita que mis oídos se llenan con el sonido de los latidos de tu corazón." Dijo con sinceridad "A partir de ahora me dormiré todas las noches en tu pecho escuchando los latidos de tu corazón, es tranquilizador y seguro".

Tal vez por la falta de amor paterno, o tal vez por lo que le ocurrió en su infancia, era tan inseguro que necesitaba consumir infusiones durante horas para conciliar el sueño por la noche, de ahí su adicción a los juegos online. Pero ahora con Ji Ge, puede quedarse dormido casi en cuanto toca la almohada, pero por supuesto esto es sólo si sus deseos están satisfechos.

Era bueno estar casado, tanto física como mentalmente, parecía estar curado. No pudo evitar sonreír con satisfacción al pensar en ello.

Pero la risa de Ji Mian cesó de repente, y lo atrajo con fuerza entre sus brazos, acariciando su espalda desnuda con inmensa paciencia y ternura.

Los dos se quedaron en la cama un buen rato antes de levantarse y juntos consultaron Baidu y se prepararon una olla de gachas blancas, mezclándolas sólo con un poco de azúcar pero bebiéndolas a gusto. Eligieron mutuamente la ropa para el día y se besaron tan fuerte cuando se anudaban las corbatas que casi eran las diez antes de salir corriendo hacia la oficina.

Tras separarse de Ji Ge en el ascensor, Xiao Jiashu sonrió y fue a buscar a Huang Meixuan.

"¡Oye, nuestro segundo joven maestro está finalmente de vuelta!" Huang Meixuan dijo con una sonrisa curtida: "Eres realmente capaz, llevas tanto tiempo en Estados Unidos que ni siquiera quieres un asistente, ni siquiera has llamado para reportarte todos los días como habías prometido, ¡pensé que no ibas a volver en tu vida!"

"¿A dónde puedo ir?, Jie Mei Xuan, he vuelto, ¿no? Me fui a Estados Unidos a estudiar cuando era muy joven, estoy acostumbrado a estar solo allí, no necesito que nadie me cuide". Xiao Jiashu caminó detrás de Huang Meixuan y le dio un masaje, "Jie, parece que has perdido peso recientemente y tu piel también se ha vuelto mejor, ¿te has enamorado?"

How To Say I Love YouWhere stories live. Discover now