Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que su vida va normal, Eddie lo cambia todo.
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—Eres realmente muy bueno, Eddie—Grace no lo miraba a los ojos.
— ¿Conocías Megadeth? — Eddie le sonrió y le preguntó.
— Sólo por, no lo sé, asumo que por cultura general— soltó la chica y Eddie le sonrió.
— Me gustó ese concepto de cultura general y Megadeth— el chico no dejaba de mirarla— Ahora quedas libre, bueno, no de irte aún, pero puedes irte de mi cuarto, si así lo quieres— Eddie se sentó en una silla y tomó una libreta, a veces dibujaba, lo hacía bien— ¿Sabes qué hay de almuerzo? — Eddie preguntó.
— Pues, creo que sopa—la chica soltó y él hizo una mueca de asco.
— Odio la sopa. Sólo me gusta la que hace mi abuela, pero ella anda de vacaciones en Europa, el año pasado me quería ir a un festival de música y no me han dejado, porque ya sabes...— hizo un gesto de no comprender qué pasaba con él— Todos me culpan siempre de todo.
— Bueno, creo que te las has buscado— la chica dio su opinión.
— Como digas y volviendo al tema de la sopa— Eddie tenía unos ojos lindos, eran marrones, pero reflejaban su alma de niño, él estaba lejos de ser una persona realmente peligrosa, pero dentro de todo, era solitario, sus padres estaban siempre de viaje por temas de trabajo y no se había criado de manera cercana con ellos— ¿No hay posibilidad de que me cambien el almuerzo? — Eddie le preguntó a Grace.
— Eddie, es uno para todos los de la casa— la chica no entendía cómo es que podía ser tan infantil— Dudo que te hagan un plato especial— la chica lo miraba al borde de la diversión, al final eso era él, un chico irritante pero a la vez gracioso y le daba un toque encantador.
— Llévame por una hamburguesa— el chico la miró—No quiero sopa— caminó hasta su velador y de ahí sacó su billetera. — Yo invito, pero sácame de casa, no quiero comer eso que han hecho— la miró y ella no pudo decirle que no. Al final, a ella le pagaban para eso, y era mejor salir con él, a esperar que hiciera algo malo.
....
Grace conducía el carro de Eddie, buscaban un McDonald's, porque además Eddie quería de esas, no de otras, ella sólo puso sus ojos en blanco ante la exigencia del chico.
— En serio eres como un nene de cinco años— la chica soltó al conducir.
—Verdad que estás acostumbrada a los hombres verdaderos— soltó en un tono gracioso. Bajó el vidrio del carro, su cabello se movía al viento— Lo que no sabes es que los verdaderos hombres tocamos guitarra— bromeó y logró sacarle una sonrisa a la chica.
— En serio que no eres normal— la chica soltó y él la miró de reojo—No puedo creer que me quedan tres meses contigo.
— ¿Tan terrible es estar conmigo? — Eddie preguntó sereno.
— Eres diferente al resto— la chica hablaba, y luchaba por concentrarse en el camino— Eres como un niño en cuerpo de grande. Y no sé, creo que por eso no somos compatibles, tú vives en un mundo que no es el real, o al menos es real para ti—Grace hablaba y Eddie la observaba.
