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Grace llegó como cada mañana, a pesar de ser verano, ese día llovía, no era una lluvia realmente helada, pero Eddie no estaba en la alberca luciendo su encantador cuerpo delgado y blanco, con sus gafas de sol y su cabello mojado

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Grace llegó como cada mañana, a pesar de ser verano, ese día llovía, no era una lluvia realmente helada, pero Eddie no estaba en la alberca luciendo su encantador cuerpo delgado y blanco, con sus gafas de sol y su cabello mojado.

Ella pasó por esa habitación donde dejaba su bolso, salió, no encontraba a Eddie.

¿Y si estaba nuevamente con esa tal Gretchen? — Pensó la chica, su corazón comenzó a latir. Caminó por el pasillo que la conducía a la cocina, no iba a buscarlo, no iba a cometer el mismo error dos veces.

De la nada, sintió una presencia, como si se tratara de un fantasma detrás de su cuello, y susurró, más bien cantó:

— Salt air, and the rust on your door
I never needed anything more
Whispers of "Are you sure?"
"Never have I ever before"— Era la voz de Eddie, ella la podía reconocer— Mi favorita ha sido August— Eddie pegó una risita en su oído, y su corazón nuevamente se aceleró.

— La mía ha sido Tornado of Souls—  ella soltó sin mirarlo, estaba demasiado nerviosa como para actuar de manera natural.

—  Creo que es porque te recuerda a cuando la toqué en mi cuarto—  Eddie soltó con una sonrisa—  Por cierto, me he llevado una sorpresa, una sorpresa grata— Ella se atrevió a mirarlo.

— Eso es bueno—  la chica respondió—  También yo.

—  Eso es bueno—  Eddie le sonrió—  ¿Qué opinas del clima?

—  Creo que hacía falta un poco de lluvia—  la chica dio su opinión, a ella le gustaba más el invierno que el verano, y le gustaba más el otoño que la primavera—  ¿Te animas a hacer galletas?— Ella le preguntó con una sonrisa.

Nunca nadie le había hecho galletas a Edward Munson.

—  ¿Es en serio?—  Preguntó emocionado, como si fuera un niño pequeño—  Amo las galletas, son lo mejor del mundo.

—  ¿Cuáles son tus favoritas?—  Ella preguntó divertida.

—  Glaseadas — Eddie le dedicó su hilera de dientes.

— Eres de mi bando—  la chica le sonrió—  Me empiezas a agradar.

—  Tarde o temprano iba a pasar—  Eddie hizo un gesto gracioso—Creo que tengo todos los ingredientes, siempre hacen una compra semanal de todo—  Grace asintió, pues sabía que en casa de ricos nada faltaba.

—  Entonces manos a la obra—  Ella habló divertida y se encaminaron hacia la cocina. Eddie cerró la puerta, dando a entender que era una actividad únicamente de los dos. Comenzaron a buscar los ingredientes, Eddie nunca había ayudado en algo relacionado a la cocina, era su primera vez, y se sentía emocionado, como si fuera un niño pidiendo masa para jugar.

—  ¿Tienes moldes?—  la chica preguntó, y él recordaba donde su madre solía guardarlos, cuando le horneaba galletas.  Eddie caminó hasta el mueble donde solían estar siempre, y encontró una vieja caja con moldes de metal, él se la estiró y ella la aceptó, se miraron a los ojos un par de segundos, los últimos minutos se miraban seguido a los ojos, era extraño, casi sin explicación, pero ellos se sentían casi a salvo de esa manera— ¿Cual le prefieres?—  Ella tenía en una mano uno con forma de corazón y otro con forma de estrella.

Today was a fairytale (Eddie Munson) ✔️Where stories live. Discover now