Today was a fairytale (Eddie Munson) ✔️

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Eddie estaba esperando que Alex revisara en su computadora los exámenes, al ser alguien cercano a él, tenía ciertos privilegios, y dada la situación, era su prioridad.

El hombre lo miró de reojo, estaba serio.

— Mierda, estoy muy nervioso— Eddie soltó , mirando a los ojos del doctor.

—Bueno Eddie...

—Ay, sólo dilo, Alex—tomó aire.

—Son buenas noticias, he revisado todos sus antecedentes, y tus exámenes. Eddie, eres compatible con la chica—el hombre le sonrió y Eddie también lo hizo.

— Mierda, no puede ser—exclamó con una felicidad pocas veces descrita en él, era un sentimiento genuino. Edward Munson, jamás en su vida había hecho un gesto tan humano por una persona, menos por alguien con quien no tenía un lazo sanguíneo, solía ser un chico egoísta y llevado a sus ideas, muchas veces con un humor negro, en la escuela era siempre el chico problema, quien se reía de los más desvalidos, y ahora, él estaba haciendo todo lo posible por salvar la vida de la hermana de la chica que amaba.

...

Eddie salió de la consulta de Alex, estaba feliz, pero a la vez nervioso, con miles de sentimientos, tenía miedo por la operación, no sabía qué dirían los padres de Grace, menos los suyos, por otra parte, estaba feliz, porque con esa noticia, él y Grace podían tener al bebé, y eso lo llenaba de ilusiones, Grace se lo había dejado en claro, ella podía llevar a su hijo, y eso lo emocionaba, no pensaba que, a sus 23 años, cosas así, le llenarían sus ojos de lágrimas. Antes de juntarse con ella, Eddie pasó a un lugar.

Quedó de juntarse con Grace afuera del centro comercial, él ya podía verla a lo lejos , le hizo señas para captar su mirada, ella lo notó, le sonrió, su corazón latía fuerte, Eddie no era el más expresivo del mundo, iba con su rostro neutro, ella tenía miedo de eso, no se veía feliz, tampoco triste. Usaba una chaqueta de cuero y una playera de Iron Maiden, la cadena en su pantalón se movía al compás de sus pasos, al igual que una bolsa que colgaba de su brazo izquierdo.

Cuando se encontraron, Eddie la abrazó fuerte, sin espetar alguna palabra, Grace pensaba que aquello era un mal indicio, pensaba que no era una buena señal, Eddie estaba demasiado callado, y ese abrazo había sido demasiado largo, estaban a tiempo, pensaba ella, estaban a tiempo de no perder esa hora, porque daba por hecho de que Eddie no era compatible con Amy.

— ¿Por qué no me hablas?—Grace preguntó en un hilo de voz, mientras Eddie la abrazaba cada vez más fuerte— Eddie...

— Lo siento...— el chico la miró a los ojos, ella hizo lo mismo, se encontró con sus ojos marrones. Le sonrió a los segundos— Te traje un obsequio—Grace no entendía qué pasaba y por qué Eddie no lo decía simplemente, abrió sus ojos, sin comprender qué sucedía. De la bolsa sacó una caja de regalo, y eso dibujó un signo de interrogación en la cara de la chica. Grace no creía que Eddie fuera tan poco serio, era un momento tenso, un momento decisivo en sus vidas— Sólo ábrela— le ordenó el chico. Grace hizo caso a sus palabras, abrió la cajita con una cinta color rosa, de ahí sacó una playera pequeña de Iron Maiden, idéntica a la que él usaba en ese momento.

Grace lo quedó mirando con sus ojos abiertos, llevó sus manos a su boca y pegó un llanto ahogado, él le sonrió, y con lágrimas la abrazó.

— Soy compatible con Amy—susurró en su oído— Y nosotros podemos tener al bebé— comenzó a llorar en el hombro de la chica. Grace tomó el rostro de Eddie y lo besó.

— No puedo creerlo— la chica miraba la playera pequeña, después lo miró a él— Dime que esto no es un sueño, Edward. Dime que es real.

— Es todo muy real Grace— tomó nuevamente su rostro—Te juro que salvaré a tu hermana. Te dije que quiero que seas feliz, quiero que confíes en mí. Cambiaste mi vida.

— Te he dado demasiadas responsabilidades en poco tiempo, perdóname— ella seguía aferrada a él.

— De no ser por ti, quizá en qué estaría ahora. En cambio, te tengo a ti, me amas y yo te amo, y vamos a tener un bebé. No voy a mentirte, tengo miedo, tengo mucho miedo, pero sé que vamos a estar bien , los tres—Eddie volvió a mirarla y la besó.

...

Esa noche Grace se fue al apartamento de Eddie, habían tomado la decisión de decirles al día siguiente la noticia, en casa los ánimos no estaban de lo mejor, después de la muerte de Chris, Amy estaba destrozada, apenas comía, y sus padres temían con que no pudieran hacer el trasplante, por ese motivo, decidieron esperar un día más.

La chica estaba desnuda entre las sábanas de Eddie, él acariciaba su espalda, y dejaba besos en su cuello, ella sonreía al sentir sus labios contra su piel desnuda, se miraban a los ojos. Grace se aferró al torso desnudo de Eddie.

— ¿Cuándo vas a decirles a tus padres?— preguntó— Lo del trasplante y lo de ya sabes— Eddie tocó su vientre plano, sin un ápice de ese bebé.

— Papá ya lo sabe de lo del trasplante, me apoya, desde que se ha separo con mamá, la relación ha mejorado significativamente— soltó, abrazándola— Lo que no sabe es lo del bebé— Eddie sonrió— Mamá se pondrá como loca, pero papá posiblemente hasta feliz quede, no lo sé. No planeaban que fuera padre a los casi 24.

—Tienes que decirles Eddie, ya no quiero más problemas.

— No me interesa que mamá sea parte de la vida de nuestro hijo—Eddie miró a Grace—Mamá está loca, y pues si lo quiere, bien, pero si no está de acuerdo, entonces que no se acerque.

— Qué loco suena decir ''nuestro hijo''—Grace soltó— Y pensar que ''eso'' lo creamos en tu cumpleaños— Grace habló divertida, Eddie estalló en una carcajada, hacía tiempo que no se reían— Eddie...quiero que sea mañana, quiero que lo sepan, quiero que llegue ese día, quiero que todo salga bien.

— Claro que va a pasar eso, amor— Eddie tomó el rostro de la chica— Ya ha pasado la primera parte, ahora sólo queda esperar a que llegue ese día. No te mentiré, le temo hasta al dentista, pero bien sabes que esto es lo más importante para ti , y ahora, tú eres lo más importante en mi vida—Eddie carraspeó— Bueno, ustedes— Él le dedicó una sonrisa.

— No nos ilusionemos aún, recuerda que tengo menos de dos meses, esperemos hasta los tres para poder, ya sabes...pensar en el bebé.

— Lo siento, sí, tienes razón. Es sólo que ya estoy muy ilusionado y — Eddie volvió a sonreír— Sé que es tonto, pero jamás creí que una noticia así pudiera alegrarme tanto. Voy a ser papá, voy a tener un hijo o hija, da igual. Y será un bebé hermoso, y te juro que nunca me iré de su lado.

Ella sonreía al verlo así, no quería llenarse de ilusiones tan pronto, pero era imposible no hacerlo al ver los ojos de Eddie llenos de brillo. Era un brillo especial.