Today was a fairytale (Eddie Munson) ✔️

17

Eddie compró dos vasos plásticos, whiskey y hielos, Grace no estaba bebiendo alcohol, por su hermana, Amy siempre insistía en que ella era la enferma y que Grace podía continuar con su vida, que no pasaba nada, y la chica no había encontrado argumentos o momentos para beber algo, pero no le iba a negar un vaso de Whiskey en medio de una noche helada, al lado del mar, Amy le diría que podía hacerlo, que daba lo mismo, porque estaba con Eddie.

La luna era eso que los iluminaba, estaban sentados en la arena, había un grupo de adolescentes muy lejos de donde ellos estaban, así que al menos estaban seguros , Eddie echó hielo a ambos vasos y después el alcohol, Grace aceptó el vaso e hicieron un brindis.

— ¿Qué opinas del panorama? No estaba seguro de si tomarías, por ya sabes, lo del otro día— miró nervioso a la arena y tomó un puñado para hacerlo caer en las piernas desnudas de Grace.

— ¿Y cómo supiste que aceptaría?— la chica lo miró expectante, mientras daba un sorbo.

— Me hablaste primero— él la miró con una sonrisa que la derretía, su cabello se movía con el viento— Soy siempre yo quien anda como un perro buscando tu cariño— Eddie intentaba dar lástima. Grace acarició su rostro y lo miró detenidamente— ¿Qué pasa?— preguntó Eddie con una sonrisa— ¿Qué tengo, por qué me miras tanto?

— Gracias por traerme hasta acá— la chica lo miraba con dulzura, Eddie dio una caricia suave a sus piernas— Aunque de saber que la playa sería el destino, no me pongo falda.

— Me gusta ver tus piernas— Eddie le sonreía cuando hablaba, las miraba, disfrutaba llegar a ese punto en que su falda se levantaba levemente y dejaba a la vista sus muslos.

— No digas eso, que me da vergüenza— la chica tapó su cara y Eddie la miró con una sonrisa genuina, dio un sorbo a su vaso.

— ¿Así que problemas con Aidan?— cambió el tema de manera abrupta, sólo para tener la mirada de Grace. La chica suspiró.

— Aidan, Aidan es como si te odiara y lo peor es que es con justa razón— la chica soltó casi resignada. Eddie tomó su mano.

— ¿Y por qué con justa razón? 

— ¿Y preguntas?—la chica lo miró divertida—¿Se te olvida que nos hemos besado?

— Jamás me olvidaría de una cosa así— Eddie la miró con una sonrisa—¿Y por qué no lo dejas?

— No es tan fácil, es una relación de seis años, mi familia lo adora, bueno Amy no, su familia me quiere también, y es complicado. Sé que las cosas no han estado muy bien para los dos— Grace dio otro sorbo— Además...¿Y si lo dejo y después me dejas?— Grace preguntó— Has sido claro con eso de que no quieres enamorarte, cada beso lo doy pensando que puede ser el último.

— ¿Y  no puedo cambiar de opinión? ¿Qué pasa si llega una chica que me hace querer estar con ella todo el día?— Grace sintió sus mejillas arder— ¿Tan poca fe me hallas? ¿Por qué tendríamos un último beso?

— Pues, podrías tener a cualquier chica, una que te haga el trabajo más fácil— Grace hizo un gesto que Eddie entendió a la perfección.

— Ah, ¿Piensas que me voy a aburrir porque aún no nos hemos acostado?— Eddie preguntó con franqueza. Grace asintió.

— ¿Podemos hablar como adultos, verdad?— Eddie sonreía en todo momento y Grace estaba más que nerviosa con esa conversación.—No te voy a mentir, me acostaría contigo Grace, en cualquier lugar, a cualquier hora, el día que sea— soltó una carcajada suave y tomó sus manos—Pero entiendo tu posición, yo no llegué a tu vida para generar presión, sé que tienes una vida complicada,y si más bien estoy generando conflictos con Aidan, me gusta ser ese lugar en el que puedas respirar.— tomó su barbilla y se acercó a ella, con aliento a Whiskey. Grace miró a los labios de Edward—Piensas que puedo aburrirme, pero nunca había estado así con una chica.

El corazón de Grace comenzaba a latir con fuerza.

— ¿Por qué tienes que ser así de lindo?— ella susurró casi en los labios de Eddie.

— No se trata de ser lindo, sino de comprenderte. Sabes que puedo esperar a cuando estés lista,  de momento soy feliz con besarte— Eddie acarició sus manos.

Con esas palabras, Grace hubiera dejado que Eddie hiciera lo que quisiera con ella, pero la chica era más de pensar con el cerebro, una cosa era engañar a su novio con besos, pero otra cosa muy distinta, era acostarse con Eddie y poder seguir como si nada.

— ¿Entonces por qué no me besas?— Grace habló despacio y Eddie tomó su rostro, estampó sus labios contra los de ella.

Eddie se quitó la chaqueta para dejarla extendida en la arena, Grace se recostó sobre ella y Eddie se acomodó sobre la chica , saboreaba su boca con desesperación, mientras veía como el cabello de Grace se mezclaba con la arena, sus manos masajeaban los muslos de la chica. Grace tenía sus manos enterradas en el cabello desordenado de Eddie, tenía su perfume en la punta de su nariz, ella quería que quedara impregnado en toda su piel, las manos de Eddie atraparon las de Grace en la arena y atacó a su cuello.

— ¿Crees que te traje a la playa sólo para ver lo linda que luces bajo la luna?— Eddie habló burlesco— Es lógico que te traje para comerte la boca, sé que no haremos nada más que besos, pero me pasaron cosas mientras hablábamos por chat— Grace soltó una risita.

— No te he dicho nada subido de tono— Se excusó, quería quitarse la culpa de ser la causa del deseo de Edward.

— Eso es para que veas cómo me tienes— Eddie la miró y atacó su boca nuevamente— Sabía que ser un tiro al aire iba a servirme de algo, de no ser así, no  hubieras llegado a mi vida— el chico miró a Grace y acarició su cabello— No te quiero ver triste, te entiendo, sé que estás confundida, y sé que no estoy ayudando — Eddie mordió el labio inferior de Grace y ella soltó un leve gemido, que desató miles de bestias dentro de Eddie, que no podía soltar esa noche.

— Pues sí, la verdad es que no ayudas mucho— Grace tenía su voz entrecortada—Soy humana Eddie, no sabes cómo me pone que muerdas mis labios— Eddie le sonrió de manera descarada, nunca una chica lo había calentado tanto a puras palabras.

— Ay, Grace— Eddie soltó en un suspiro, era más un grito ahogado, lo dijo en su oído. Se separaron, Eddie se tumbó a su lado— Casi haces que sangre de nariz— La chica sonrió, acomodó su ropa  y su cabello— ¿Cómo se supone que pueda dormir después de eso que ha pasado?

—Sólo enfría tu mente— Grace soltó divertida y Eddie se abalanzó sobre ella para abrazarla.

—¿En tu contrato de trabajo no decía que deber dormir por obligación en casa? Recuerda que soy sonámbulo y me puedo caer por las escaleras—Eddie le hizo un puchero y ella soltó una risa que no pudo aguantar.

— ¿En serio no hallaste una mejor mentira?— le preguntó la chica y Eddie la quedó mirando fijamente.

— En serio me vas a volver loco, Grace. Vas a cargar con eso toda tu vida, fuiste la causante de mi locura— Eddie hizo una cara graciosa y volvió a besarla.