Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que su vida va normal, Eddie lo cambia todo.
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— Nos pueden escuchar—Grace habló bajito, mientras Eddie besaba su cuello, pasaba sus manos por su vientre .
—Tenía ganas de estar contigo— Eddie susurró en su oído— Incluso enferma estás hermosa.
—Estás loco— Ella quedó frente a él , se tomaron de las manos y se besaron, Eddie siguió ese beso, que terminó en lo evidente, esa noche lo hicieron en silencio, Eddie en muchas ocasiones tapó su boca, era la primera vez que tenían sexo en casa de la chica, y se sentía extraño, quizá era la segunda o la tercera.
Cuando terminaron se abrazaron, ella de inmediato se abrigó.
— ¿Has tomado tus medicamentos?— Eddie le preguntó arqueando una ceja.
— Pásame el salbutamol— Grace le apuntó el inhalador y Eddie hizo caso a sus palabras. Ella hizo dos inhalaciones— Estoy aburrida de esta mierda.
— Pero ya estás mejor— Eddie soltó, acariciando sus piernas en extensión—Quizás necesitabas un poco de mí para sentirte mejor, creo que tengo un medicamento especial ¿No lo crees?—Eddie le habló con una sonrisa en la cara y ella se sonrojó por completo.
—¡Eddie! ya no digas eso— habló hecha un tomate. Él seguía con su torso desnudo y ella le lanzó su playera de de Black Sabbath que usaba ese día— Es mejor que estés así, no quiero accidentes en casa— El chico hizo caso a sus palabras y soltó una risita, se puso la playera, se recostó en la cama y la abrazó.
—Ha sido un día largo, pero lo he sabido manejar y me he terminado en la cama de mi novia, teniendo sexo con sabor a medicamentos, no sabes lo que eso me excita—soltó divertido.
— No es necesario ser irónico— Grace puso sus ojos en blanco.
— Me encanta cuando pones tus ojos de esa manera— Eddie volvió a abrazarla— Me pone bastante de hecho—Eddie tocó su rostro—Eres tan bonita que no tengo idea del hechizo que me has lanzado.
— No digas esas cosas— soltó Grace entre medio de una risita inocente— ¿Por qué eres tan cursi, cuando debieras ser un metalero amargado?— ella le preguntó con una sonrisa.
— ¿Cómo podía ser un amargado si tengo conmigo a la chica más genial del planeta?— Él tomó sus manos.
— No pienses que por estar enferma no me he encargado de darte un regalo—La chica soltó y metió su mano debajo de la cama , de ahí sacó dos paquetes , se los dejó en las manos y él abrió sus ojos.
— No era necesario—Besó su frente—Eres tan tierna.
— Tú me tienes así, yo, yo no suelo ser así de linda con los chicos— Grace tomó un poco de limonada—No sé realmente qué regalarte, pero eres medio niño para tus cosas, sólo para algunas— hizo un gesto divertido.
Eddie con sus ojos brillantes de emoción comenzó a desenvolver los regalos, eran dos Funko pops, uno de James Hetfield y otro de Dave Mustaine. Eddie sonrió como un niño cuando los vio, y la abrazó.
