Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que su vida va normal, Eddie lo cambia todo.
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Grace sabía sobre la extraña actitud de Eddie pero lo dejó pasar. Pensaba en que quizá él estaba demasiado solo y quería un poco de compañía.
— ¿Te sientes mejor?—la chica le preguntó. Ya le había dejado su sopa en el velador y él estaba tomándola, se suponía no le gustaba la sopa.
— Sí— Eddie soltó con una sonrisa. Era una sonrisa victoriosa,era realmente un chico caprichoso que le gustaba ser el centro de atención de todos. Grace pensaba en qué podía hacer, le costaba un montón dejarlo ahí, a su suerte, pero por otra parte tenía un compromiso con Aidan y sus amigos.
Tomó su teléfono móvil y envió un mensaje a su novio, no sabía bien qué hacer, pero en el fondo era su trabajo y le estaban pagando además por cuidarlo.
Grace: No creo que hoy pueda llegar, he tenido un inconveniente.
Aidan: ¿Qué ha pasado?
Grace: Problemas en el trabajo, nada de que preocuparse.
Aidan: Vale, ¿Nos vemos mañana?
Grace: Claro.
La chica bloqueó la pantalla de su teléfono móvil, y caminó hasta lo que sería la habitación que tenían para ella en casa de los Munson, la chica sólo usaba su cartera. No sabía realmente cómo actuar o qué decirle.
— ¿Necesitas algo más?— preguntó la chica. Eddie asintió.
— ¿Vas a quedarte?— preguntó el chico y ella puso sus ojos en blanco.
— Pues ya he cancelado mis planes de hoy— resopló con sus ojos en blanco— Ya está, te has enfermado y debo estar acá— la chica lo miró un poco molesta, pero Eddie estaba con una sonrisa que apenas podía fingir.
— No ha sido mi intención— Eddie soltó— Al menos mañana estarás puntual para el desayuno, ya no llegarás como a las 12.
— Hey, no te pases.. Que sólo me he atrasado un par de minutos. Además, creí que no te gustaba la sopa— La chica preguntó de brazos cruzados.
— Eres detective por lo que veo— Eddie soltó divertido.
— No le veo el chiste, sinceramente— la chica bufó y él casi soltó una risita de niño malcriado.
— Pues bueno, es sólo que no quería tomar sopa, quería que me llevaras por una hamburguesa.
— ¿Y por eso inventar eso de la sopa? No me sorprendería que no estuvieras realmente enfermo y que esto sólo lo estás haciendo para que no me vaya— la chica soltó y Eddie se sonrojó, pues no acostumbraba a ser él quien queda en aprietos.
— Sí claro— el chico soltó restándole importancia— ¿Y por qué querría pasar tiempo de sobra contigo?
— Porque pienso que soy la única que te aguanta, aunque claro, eres mi trabajo, cómo no hacerlo— la chica sonrió con sarcasmo.
